Gloria Uriel Hurtado de Mendoza fue la encargada de realizar el pregón de Semana Santa de La Solana, en un acto que se desarrolló en el Teatro Tomás Barrera y que, como es tradición, contó con la presencia de los presidentes de las distintas cofradías, sacerdotes, párrocos y alcalde, Luis Díaz-Cacho. El cronista oficial de la villa, Paulino Sánchez, ejerció de maestro de ceremonias.
La pregonera dividió su discurso en dos partes fundamentales de su vida. En la primera contó cómo ha vivido la fe desde que nació hasta día de hoy. La segunda parte estuvo enfocada a “como la Virgen me ha enseñado la pasión de su hijo”, donde hizo referencia a su andadura como presidenta de la Virgen de Peñarroya.
De orgullo y responsabilidad calificó Uriel ser pregonara de la Semana Santa solanera. De hecho, cuando desde las Hermandades de la Pasión se lo comunicaron, afirmó que sintió que no estaba preparada. Al final, le ha servido para reflexionar sobre su vida y la fe. “Ahora estoy encantada y ha sido una bonita experiencia”, aseguró.
La gente joven está muy implicada con la Semana Santa
Declaró que es bueno, importante y positivo la presencia de mujeres en las cofradías, pues aportan sabiduría y una forma especial de ver las cosas. Hay que destacar que Gloria Uriel fue la primera mujer en ocupar un cargo de responsabilidad en la Cofradía de la Virgen de Peñarroya. La presidencia supuso un reto y responsabilidad en su vida.
La Semana Santa de La Solana tiene mucho futuro y se vive con mucha fe, y así se demuestra en la gran cantidad de gente joven que se implica, anderos, costaleros, y aunque los más jóvenes no sean frecuentes en las eucaristías, se implican y participan durante los días de Semana Santa, para mantener vivas las tradiciones.
El acto lo cerró el Conjunto Instrumental Escuela Banda Municipal de Música y Danza Ángel Sancho y Lucía, que bajo la batuta de Ángel Sancho Moraga ofreció las marchas de María, que fue un estreno del conjunto instrumental, para continuar con, Jesús Nazareno, Esperanza de Huelva Coronada y Nuestro Padre Jesús.