AMFAR-La Solana entregó el VII Premio a la Mujer Trabajadora a María José Díaz-Cano, una de las fundadoras de la asociación a nivel local. Fue durante un sencillo acto celebrado en Bar-Restaurante ‘Kiko Mingo’ al calor de una merienda con hornazo incluido, avanzando así la celebración de San Marcos, tan señalada en la localidad.
Asistió la presidenta nacional de AMFAR, Lola Merino, que expresó su satisfacción por conceder esta distinción a una mujer que representa perfectamente los valores de la mujer trabajadora en el mundo rural, máxime cuando tiró del carro en los inicios de AMFAR-La Solana, donde ocupó el cargo de vicepresidenta. “Para hacer una asociación de mujeres rurales fuerte hacen falta personas valientes como ella, que han dejado de atender su vida familiar y su puesto de trabajo por atender a los demás”. “María José vive en su pueblo y para su pueblo, dando lo que puede para defender nuestro papel como pieza fundamental para frenar la despoblación rural”, declaró Merino.
La presidenta local, Marisa Jarava, también elogió los méritos de la homenajeada. “Una mujer que consideramos que ha trabajado por el mundo rural en general y las mujeres rurales en particular”. María José Díaz-Cano dijo sentirse ilusionada y emocionada por el momento, aunque cree que sus merecimientos son los mismos que los de otras muchas mujeres de La Solana. “Soy una más de esas mujeres que representan al campo”.
Recibió un centro floral, además una placa conmemorativa, y se fotografió con su esposo y sus hermanas. Una de ellas, Sebas, leyó un emotivo texto en el que ponderó la figura de María José, que siempre estuvo cerca en los difíciles momentos que la vida les hecho pasar. “Ahí estabas tú y tu familia, sin pedir nada a cambio”.
