Más de 160 peregrinos se citaron este viernes con el tradicional Caminillo de Santiago, una cita que ya ha alcanzado su decimocuarta edición y que mantiene muy vivo el espíritu con el que nació. La Hermandad del Apóstol, organizadora del evento, logró movilizar a varios colegios y a un buen puñado de personas que se unieron al recorrido de este año, marcado por la celebración de la cruz de mayo.
La salida se produjo desde la iglesia de Santa María, en el barrio del Parterre, para bajar después a la ermita el Cristo del Amor y hacer parada posterior en la cruz de Santiago instalada en la glorieta de la Avenida del Deporte. Allí hubo tiempo para el avituallamiento antes de de subir de nuevo al caso urbano para llegar a la Casa de la Iglesia, donde se visitaron las cuevas restauradas por la cofradía del patrón. Finalmente, se visitó la parroquia de Santa Catalina para dar el abrazo al Apóstol, que había sido bajado de su hornacina en el retablo. Todos los peregrinos recibieron su credencial oportuna. Y en todos los enclaves, el secretario de la hermandad y Cronista de la Villa, Paulino Sánchez, ofreció una aproximación histórica del lugar.
En declaraciones a Radio Horizonte, el presidente de la propia hermandad, Valeriano Jaime, expresó su satisfacción por el buen resultado del caminillo y por el interés que suscita cada año. A partir de ahora, el pensamiento de la junta directiva está puesto en el 25 de julio, día del patrón, y los actos previos que se celebrarán.
