Por eso aceptó encabezar la única candidatura alternativa a la inesperada dimisión de Gema Moreno al frente de esta Asociación de Personas de Discapacidad Intelectual y del Desarrollo. Sus objetivos son claros: “Mantener las terapias, ampliar el número de sesiones y que lleguen a más usuarios”.
En una entrevista concedida a Radio Horizonte, la nueva presidenta reconoció que su elección llegó un poco por sorpresa, entre otras cosas porque nadie esperaba la renuncia de la anterior presidenta, Gema Moreno. “A veces las circunstancias personales nos hacen parar y Gema se ha marchado muy apenada porque ha hecho una labor importante”. Fue entonces cuando llegó su oportunidad, aunque no pensada ni tampoco esperada. Hace muchos años trabajó en el equipo de voluntariado y su propia madre, Catalina Serrano de la Cruz, fue presidenta muchos años. “He mamado la asociación desde pequeña y tenía miedo porque me preguntaba qué puedo aportar yo que no hayan aportado ya estas madres”. Finalmente, pudo más ese apego personal y el temor a que tanto esfuerzo pudiera venirse abajo. “El último día de plazo decidí presentar la candidatura”, admitió.
También ha pesado su condición de maestra de audición y lenguaje en un centro de educación especial. Virginia Sánchez elogió el enorme trabajo que han realizado las que llama “madres coraje”. “Hubo una gran cantidad de madres que unieron fuerza y valor para que sus hijos tuvieran lo que necesitaban”.
Con varias semanas ya al frente, ha tenido tiempo de ver cómo está la asociación y no oculta su satisfacción. “Me he encontrado una asociación aún más consolidada, tenemos una cantidad de prestaciones que hace años eran impensables como terapia ocupacional o respiratoria”. “Es increíble lo que hemos crecido a nivel de terapias”. La hoja de ruta prioritaria es, precisamente, continuar con ese trabajo asistencial y a ser posible mejorarlo. Pero nada será posible sin el apoyo externo. La nueva presidenta agradeció enormemente la ayuda de los solaneros cada vez que se les pide. El festival benéfico anual, la cuota de los socios y otras aportaciones extraordinarias que llegan de vez en cuando son claves. Pero no olvidó el apoyo institucional y la necesidad de que las administraciones públicas sigan arrimando el hombro. En ello se afanará la nueva junta, y todo con un único fin: la supervivencia de ‘Alas de Papel’ y su utilidad social.