La subdelegada del Gobierno en Ciudad Real María Ángeles Herreros garantiza que habrá “vigilancia constante” de la Guardia Civil en el barrio del Carmen de Bolaños para evitar incidentes vecinales con una familia de etnia gitana, contra la que en los últimos diez días se ha producido un estallido de rechazo social que desencadenó el domingo en una manifestación para echarles del pueblo.
El conflicto parte de una denuncia por un delito de abuso sexual cometido presuntamente por un menor de esta familia, del que supuestamente ha sido víctima una niña de corta edad, que ya está judicializado y con orden de alejamiento.
Rechazados en Almagro, volvieron a Bolaños
Al verse señalados por el vecindario en Bolaños la familia aludida se marchó la semana pasada a Almagro e intentó ‘okupar’ dos viviendas deshabitadas en esa población. Pero el fin de semana del 6-7 de febrero un grupo de almagreños protestó, y por voluntad propia regresaron a Bolaños donde según la Subdelegación viven en una casa de su propiedad, de la que nadie les puede echar.
Clima pacífico pero tenso
El regreso encendió los ánimos en Bolaños a lo largo de la semana pasada, hasta que toda esa indignación cristalizó el domingo en la manifestación convocada a través de las redes sociales que congregó a 150 manifestantes, según la Subdelegación del Gobierno, en un clima pacífico pero tenso, que obligó a desplegar a una treintena de agentes, entre ellos 22 guardias de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), el grupo de operaciones especiales por así decirlo de la comandancia de Ciudad Real. También seis guardias del puesto de Bolaños y dos agentes de los servicios de Información.
Herreros: «Mi competencia es la seguridad»
“Estamos siguiendo el conflicto desde la manifestación de Almagro las veinticuatro horas del día, reforzado durante el domingo”, afirma la subdelegada. “Mi competencia es garantizar la seguridad, tanto de los manifestantes como de la familia. Para nosotros todos los ciudadanos son iguales, y todos tienen derecho a vigilancia y seguridad”, remata Herreros.
Ninguna concentración se ha comunicado
Tanto la manifestación del domingo como la del fin de semana anterior en Almagro no se comunicó a la Subdelegación del Gobierno, que sigue de cerca la situación. La subdelegada aclara que esta familia está en su casa y nadie les puede echar, por lo que pide que cualquier protesta se encauce por la vía pacífica.
Que decida la justicia
“Hay que dejar que sea la justicia la que decida cómo se tiene que tratar el incidente”. Herreros también le ha pedido a los vecinos de Bolaños “confianza en la Guardia Civil, en la Policía Local y en la justicia. Hay que tener mucho respeto a los derechos y libertades de todos”.
“Escrache” al alcalde
Por su parte el alcalde de Bolaños Miguel Ángel Valverde (PP) asegura que puede “entender” y “defender” la protesta vecinal del domingo, pero no que el grupo se desviara del recorrido anunciado “y me hicieran un escrache en toda regla en mi domicilio particular” (al parecer los manifestantes, que fueron del centro al barrio del Carmen, se pararon en su casa para increparle).
Valverde también ha lamentado en declaraciones a Lanzadigital.com que la portavoz del PSOE Marta Chacón participara en lo que considera “un escrache en mi casa”, “con personas que llevaban mascarillas de Vox” (la aludida ha respondido en un comunicado a Valverde que lo hizo como vecina y que no esperaba parar en su casa).
Reproches a la oposición por caldear los ánimos
En cuanto a la deriva del conflicto el alcalde afirma que el Ayuntamiento y la Policía Local están pendientes, y reprocha a la oposición “que haga política caldeando los ánimos”.
“Un alcalde tiene muchas competencias pero no puede decretar el destierro de nadie, si se ocupan viviendas serán los propietarios quienes tengan que promover el desalojo”. En el barrio del Carmen existe un grupo de viviendas de la empresa pública Gicaman, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha, pero al parecer la familia señalada vive en una vivienda propia.
«Pendientes de las ocupaciones»
Por último remarca que desde el Ayuntamiento “estamos pendientes de las ocupaciones de viviendas que no son nuestras, pero son los propietarios lo que tiene que hacerse cargo”, y reconoce su preocupación por lo que está pasando, «quiero que se solucione y que estas familias tengan el comportamiento más cívico posible, se respeten y se eviten los problemas, y eso es lo que tratamos de hacer”.
“Yo entiendo la frustración de la gente y la protesta por buscar una mejor convivencia, pero son las autoridades judiciales las que deben tomar medidas”, agrega.
