La tercera jornada de los trabajos para buscar los restos del empresario manzanareño Jesús González Borrajo ha comenzado sobre las 10 de la mañana de este viernes en el pozo de la primera finca donde se iniciaron las inspecciones.
Los efectivos de la UCO de la Guardia civil han vuelto a este punto para rescatar una bolsa que hace dos días avistaron y lo harán con una pieza especial que han construido por la estrechura del pozo. Hoy se han incorporado al operativo miembros del Grupo de Montaña (Greim) de la Guardia Civil, especializado en casos en los que hay que trabajar en lugares de difícil acceso.
Se trata de un brazo mecánico de unos 20 kilos de peso, con un tubo de 40 centímetros de diámetro, manejado a mano, que permitirá alcanzar la bolsa situada a unos cuarenta metros de profundidad.
En los primeros minutos los equipos policiales han estado preparando el sistema para sacar la bolsa y se espera que esta misma mañana la hagan emerger para analizar su contenido.
Podrían ser los restos del empresario desaparecido en de junio de 2019, después de quedar con el principal sospechoso, el corredor Antonio Caba, para la transacción de un coche de alta gama.
El caso está relacionado con la desaparición y muerte de otro empresario, en este caso de Juan Miguel Isla, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado mes de marzo en un pozo de una finca de Valdepeñas propiedad de Caba. También había quedado con Caba, en su caso para comprar una finca.
Antonio Caba y Gaspar Rivera, cómplice del primero, quien le habría ayudado a deshacerse de los cuerpos, han estado presentes en los trabajos de rescate al igual que ocurrió ayer y anteayer.
Hoy han llegado en furgones separados desde la cárcel de Herrera de la Mancha donde están ingresados desde el catorce de marzo, día en el que se hallaron los restos de Isla.
En ambos casos han sido las declaraciones de Rivera las que han permitido encontrar a Isla y buscar a González Borrajo, ya que el presunto autor de sus muertes y principal acusado se acogió a su derecho a no declarar.
Al parecer, según el propio hermano de la víctima, Miguel González Borrajo, también presente ayer y hoy en los operativos, junto a su hijo, Javier, la causa del triste final tendría un móvil económico, ya que Caba tenía una deuda con el empresario de más de 20.000 euros.
Tras dos días de espera, se siente tranquilo y “esperanzado”, tal y como ha declarado a Lanzadigital, a la espera de que hoy sea “el gran día” para poner punto final al sufrimiento que llevan padeciendo 4 años.
“Pensábamos que iba a salir ayer, pero parece ser que será hoy”, ha dicho.
Si al final se confirma que los restos de las bolsas son de su hermano, ha dicho que “primero descansará él y luego descansaremos los demás”.
Miguel González también ha agradecido el trabajo de la UCO de la Guardia civil en los cuatro últimos años, que han permitido llegar “a donde nos encontramos ahora mismo”.