Las gasolineras, otro servicio esencial que no puede cerrar desde que empezó el confinamiento pese a la escasez de clientes, han tenido que readaptar su forma de trabajar a los nuevos tiempos: autoservicio, más medidas de higiene, mismos horarios (al menos en las estaciones de tipo uno) y afrontar la mayor crisis de un negocio que según Francisco Molina, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio de Ciudad Real se va a pique: “De esta no salimos”, dice.
La vuelta al trabajo el pasado 14 de abril en sectores no esenciales como industria y construcción apenas se ha notado en este negocio. “Desde que empezó el estado de alarma tenemos unas pérdidas del 90 por ciento, y en estas dos semanas habremos recuperado entre un 2 y un 3 por ciento, no llega ni al 5”.
Las estaciones tipo uno no pueden cerrar por la noche
Estaciones de servicio como la suya, en la Autovía del Sur (A-4) entre Manzanares y Valdepeñas, no pueden cerrar por la noche, como piden los empresarios para minimizar pérdidas. Molina también se queja de que la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha no les ha facilitado, «pese a pedirlo expresamente», remarca, material de protección: mascarillas, guantes, geles, “todo ha corrido de nuestra cuenta y ni siquiera podemos hacer expedientes de suspensión temporal de empleo, porque debemos abrir, y no tenemos consumo. Esto es la ruina”.
Según explica estaciones de servicio que antes vendían 10.000 litros al día de combustible ahora hacen 500 o 600, “al menos si nos dejaran cerrar por las noches, como llevamos pidiendo desde el primer día del confinamiento, pero nada”.

“Ha cambiado todo”: la visión de una trabajadora
Lola Villaseñor, empleada de la gasolinera Puerta de Toledo en Ciudad Real desde octubre, aporta su visión como empleada. A repostar para poquísima gente y la forma de trabajar es distinta. “Ha cambiado todo, la estación está en autoservicio y previo pago se abre el surtidor para no coincidir, se explican las normas, pero hay gente que las entiende y otra que no”.
También ha cambiado la forma de relacionarse, “ahora el trato es más distante. Nuestras normas son cantidad prefijada y el cliente se sirve; yo no salgo a poner combustible”. Además cada cierto tiempo se limpia el surtidor, mangueras, todos los elementos que toca el cliente.
Villaseñor también ha notado una reducción de la clientela, “entre un 80 y 90 por ciento”, dice. Esta semana, segunda en la que se permite la actividad laboral, los vehículos que más frecuentan la gasolinera que puede ser un ejemplo de negocio del resto son sanitarios, fúnebres y transportistas.

Las tiendas sí funcionan
Otro empleado de la estación de servicio de La Rotonda, también en Ciudad Real (carretera de Puertollano), confirma que la bajada para repostar es más que notable, pero por el contrario la tienda de esta gasolinera que vende alimentación, chucherías y prensa suele estar a tope. “Lo que más negocio tiene ahora, al menos en nuestro caso, es la tienda”.
Repostaje “muy flojito” en Los Bécares, con servicio de ducha para transportistas
En la estación de servicio Los Bécares, en la carretera de Piedrabuena (N-430), de mucho tráfico de camiones por lo general, la tienda (Carrefour) funciona muy bien, pero el repostaje está “muy flojito”, comenta otra empleada. El propietario ha decidido abrir un punto de ducha gratuito y café para los transportistas y clientes que lo necesitan, “para adaptarse a las circunstancias del estado de alarma”.
“Los chivos expiatorios de todo esto”
Molina insiste en que la situación del sector es “de ruina”, y lo explica tras mantener un contacto “permanente”, remarca, con todos los empresarios que tenemos empleados y con la asociación nacional, “como sigamos así las tendremos que dejar desatendidas de personal, una medida que no nos gustaría. Por ser esenciales para nosotros el estado de alarma está siendo un palo, somos los chivos expiatorios. Nadie se queda desabastecido porque reduzcamos horarios o cerremos por la noche, la red lo permite».
En la provincia de Ciudad Real existen 230 estaciones de servicio, en torno a 110 de ellas integradas en la asociación provincial que forma parte de Fecir, “todas las que tienen empleados”.

El precio de los carburantes vuelve a bajar
Y todo este clima en una semana en la que el precio de los carburantes ha proseguido con su tendencia bajista y ha tocado nuevos mínimos, hasta acumular un abaratamiento de hasta más del 18% desde los máximos anuales que tocó a principios de año.
El precio medio del litro de gasóleo ha bajado un 1,44% con respecto al dato anterior, hasta situarse en los 1,022 euros, su nivel más bajo desde agosto de 2016. En el caso del litro de gasolina, en esta semana ha registrado un descenso del 1,24%, para marcar un precio medio de 1,108 euros, en mínimos desde marzo de 2016, según la información recogida por Europa Press.