El laboreo mínimo (la intervención superficial del suelo mediante la utilización de cultivadores, gradas o arado en una profundidad menor a 20 cm) fue la principal técnica de mantenimiento del suelo utilizada en la provincia en 2017 en los cultivos leñosos, barbechos, cereales y forrajes, con un 13,99% de la superficie, seguida por el laboreo tradicional (uso de maquinaria mecánica del perfil del suelo en unos 20 centímetros de profundidad), con un 2,21% de la superficie.
Las cubiertas espontáneas, es decir, la protección del suelo de las fincas por hierbas que se controlan de manera mecánica (siega), química (herbicidas) o pastoreo, conforma el tercer uso de mantenimiento de la superficie ciudarrealeña de frutales cítricos y no cítricos, olivar o viñedo, con el 1,06%.
Así lo recoge la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos en España (ESYRCE), que analiza el uso de las diferentes técnicas para el cuidado de este tipo de explotaciones agrícolas, que concluye que el tipo de laboreo tradicional es puesto en práctica fundamentalmente en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, comunidades que suman el 68,20% de esta metodología de cuidado de las superficies.
No obstante, al igual que en España, en la región castellano-manchega el 65,83% de los cultivos leñosos emplean el laboreo mínimo, y es la principal técnica empleada en el territorio regional (5.099.831 hectáreas) que agrupa los cultivos analizados.
En la provincia hay presencia (con un 0,46%) de cultivos sin mantenimiento (no se realiza en la última campaña ninguna labor ni de control de vegetación), sobre todo en frutales y olivar en estado de abandono, mientras que las cubiertas inertes (cuando el suelo está cubierto de restos de poda, piedras u otros compuestos inertes) tienen todavía un porcentaje muy pequeño, el 0,09%,
Igualmente, también es inapreciable (0,01%) el suelo que no recibe labor mecánica alguna en la provincia y está protegido por una cubierta vegetal sembrada de gramíneas (cebada, ballico, o bromo) o leguminosas (vezas, o altramuces), cuyo crecimiento se controla ya sea de manera mecánica (siega), química (herbicidas) o pastoreo.
Cubiertas de suelo
En los últimos diez años, según el estudio del Ministerio de Agricultura, ha sido el empleo de cubiertas de suelo la técnica con mayor aumento, tanto en valor neto (379.021 ha) como porcentual (40,71%).
Este incremento implica, a su vez, un cambio en la evolución de distintas técnicas empleadas en detrimento del laboreo tradicional que desciende en (237.304 ha-23,76%) respecto a la superficie del año 2007.