Las gestorías administrativas y los asesores fiscales tributarios se han convertido en las últimas semanas en una de las herramientas más demandadas por los autónomos, comerciantes y pequeños y medianos empresarios que han visto cómo sus ingresos han descendido notablemente y han tenido que tomar medidas para poder salvar sus negocio o aquellos a los que directamente se les ha obligado a ‘bajar la persiana’ a consecuencia del COVID-19, como es el caso de los hosteleros.
Durante estos días, un mar de dudas asalta a estos empresarios y autónomos y son los empleados de las gestorías fiscales y administrativas quienes tienen que salir en su ayuda. Es por ello que el Gobierno de España, tras el endurecimiento de las medidas de confinamiento por el estado de alarma, consideró a este sector como “esencial”.
“El teléfono no para de sonar para consultar temas relacionados con expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), ceses de actividad, temas con el SEPE…”, indica Vicente Poquet, presidente de la Asociación Profesional de Asesores Fiscales Tributarios de Castilla-La Mancha y dueño de una gestoría en Ciudad Real. “En estos días ha habido distintos cambios legislativos y son muchas las dudas que tienen los asociados y muchas más las que tienen nuestros clientes, a quienes les afecta esta situación de excepcionalidad especialmente”, reconoce.
A estos trámites, derivados de la crisis sanitaria del COVID-19 y el posterior decreto de estado de alarma, se suman las tramitaciones tributarias correspondientes al cierre del primer trimestre de 2020, como las declaraciones trimestrales de IVA, IRPF, etc. Un trabajo que tiene un límite, el 20 de abril. De no presentar dichas liquidaciones cada empresa o autónomo recibiría una sanción económica por el retraso. Por ello, desde las gestorías ven un sinsentido mantener estos límites en la situación de excepcionalidad que nos encontramos, ya que ahora mismo están más centrados en la gestión de ERTE y las tramitación de desempleo de los trabajadores.
Desde las organizaciones que representan a las gestorías nivel nacional han solicitado varias veces al Ministerio de Hacienda y a la Agencia Tributaria el aplazamiento del trimestre y confían en que éstas reivindicaciones no caigan en saco roto, aunque “a 3 de abril seguimos como si no pasara nada”, lamenta Poquet. “Hay muchas empresas y autónomos que no tienen los medios o los conocimientos adecuados para enviarnos a través de internet toda la documentación que se necesita para hacer las declaraciones trimestrales. Y si no pueden salir a la calle, ¿cómo lo hacemos?”, se pregunta el presidente de la Asociación Profesional de Asesores Fiscales Tributarios de Castilla-La Mancha.
A todo esto se suma un problema más, la llegada del mes de abril, que para los gestores significa el inicio de la campaña de la declaración de la renta. No obstante, lo consideran un “mal menor”, dado que hasta el 30 de junio “tenemos tiempo para ir haciendo las declaraciones”, pues confían en que la situación poco a poco vaya normalizándose.
Sector esencial no preparado para el teletrabajo
Al ser considerado un sector esencial, las gestorías pueden seguir manteniéndose abiertas sin tener que recurrir al teletrabajo. “Nosotros no podemos teletrabajar desde casa. Contamos con muchísima información de los clientes que solo tenemos archivadas en papel y a la que no podríamos acceder desde casa”, señala Poquet, por lo que agradece que se haya considerado al sector al que pertenece como esencial.