La monumental torre barroca de Santa Catalina de La Solana verá muy pronto vestidos seis de sus ocho balcones. Las seis campanas que hace un par de meses se mandaron a restaurar ya están de vuelta. Este jueves llegaron a la propia parroquia, aunque todavía tardarán unos días en ser elevadas a su destino final.
“Es la culminación de un proyecto; después de consolidar la estructura de la iglesia y de hacer nuevos los tejados había que tratar la parte más emblemática”, ha declarado a Radio Horizonte el párroco, Benjamín Rey. Las campanas necesitaban limpieza y restauración, además de instalarles el yugo para que puedan voltear, ya que una de las grandes novedades es que repicarán de manera tradicional, amén del tradicional martilleo.
“Han estado un par de meses en el taller y ha sido un trabajo arduo porque los yugos están hechos con una madera especial, de origen tropical”, subraya el párroco. Admite que es un proyecto caro, ya que a falta de concretar el presupuesto “se irá a los treinta o treinta y cinco mil euros”. Pero cree que era el momento de atacarlo, sobre todo después de que la Junta haya abonado la parte comprometida para el tejado. “Nos hemos visto un poco más desahogados y hemos dicho que ahora era el momento”. Eso sí, recuerda que sigue siendo necesaria la ayuda de todos. “Presumimos de tener una torre muy bonita pero hay que pagarla”.
Se instalarán el próximo 18 de julio
Se prevé que sean subidas a la torre y queden instaladas el próximo 18 de julio. Cubrirán seis balcones de los ocho que tiene la torre. Antes solo había cuatro porque las dos campanas restantes estaban colocadas en la espadaña posterior. “Serán el doble de campanas y el sistema de volteo dará una vistosidad mucho mayor, amén de más variedad y amplitud de toques”.
La campana mayor pesa 450 kilos
La campana de mayor tamaño pesa 450 kilos y la más liviana 80. Hay dos muy antiguas, una del siglo XVII y otra del siglo XIX, que se colocaron en los años 50 del siglo pasado y no se conoce su procedencia exacta, solo su antigüedad. Más tarde se adquirieron otras dos para la espadaña, y en el año 2000 –Jubileo- la cofradía de la Virgen de Peñarroya donó dos más para la torre. “Vamos a concentrar todas las campanas en la torre, que serán las seis que tenemos”. Faltarían dos para completar los ocho balcones y dos más para volver a vestir la espadaña. El párroco recordó que está abierto a ofertas: “Si alguien quiere donarlas, estamos dispuestos, por supuesto”.