La Ley de Patrimonio de Castilla-La Mancha es clara en este sentido: hay que evitar intentos de reconstrucción de edificios catalogados o alterar sus valores -arquitectónicos, visuales y paisajísticos, incluida la contaminación visual-. Por ello, los ayuntamientos no pueden conceder licencias de obra previas a la autorización de Patrimonio. Además, los ciudadanos tienen que saber que la normativa es igual para todos y ni los dueños de los edificios protegidos, ni los constructores pueden actuar sobre ellos sin contar con el permiso de Patrimonio. Además, durante la ejecución de los proyectos más complejos se hace una labor de seguimiento.

Preguntamos, por tanto, a los técnicos de patrimonio sobre dos edificios cuyas obras han sido publicadas en prensa recurrentemente, como es el caso de la iglesia de Santiago en Ciudad Real, edificio religioso del románico tardío, de finales del siglo XIII e inicios del XIV, y el Palacio de Torremejía, una joya arquitectónica del siglo XV, en Almagro.
Por lo que respecta al Palacio de Torremejía, en Almagro, las obras están en curso y Patrimonio está haciendo un seguimiento de las mismas. La restauración fue dada a conocer por su nuevo propietario en rueda de prensa celebrada el pasado otoño en Almagro, tal y como muestra este video grabado por J.Jurado.
Respecto a la iglesia de Santiago, el servicio de Patrimonio de la dirección provincial de Cultura ha sido criticado por el retraso de las obras y, por lo tanto de la apertura al público de la iglesia ¿Qué tienen que decir al respecto?. Enrique Jiménez se muestra muy claro en su respuesta: no se puede hablar de expedientes en curso, aunque sí destaca que en todo momento se ha seguido el procedimiento que marca la ley, con criterios objetivos.
Los propietarios de bienes incluidos en el inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha están obligados a mantenerlos. La ley les obliga a su conservación y a impedir que se deterioren y se hundan. Pero, ¿qué hacer ante las diferentes situaciones que suceden en muchos lugares, donde una antigua vivienda de interés está a punto de caer por abandono, desinterés o problemas de herencia?
El mantenimiento de edificios
Enrique Jiménez pone el ejemplo de un inmueble inventariado en una localidad de la provincia cuyos herederos querían venderlo como solar. Lleva décadas sin habitar y no se había hecho nada para su conservación. Hicieron una consulta a Patrimonio quien respondió que, de acuerdo con la Ley, no era posible.
Situaciones como esta son frecuentes en muchos pueblos y ciudades de la provincia donde existen decenas de edificios inventariados en ruinas a los que, también en numerosas ocasiones, sus propietarios no pueden hacer frente a su protección como obliga la ley.

Esta circunstancia abre un abanico de posibilidades hacia la búsqueda de soluciones que permitan paliar de alguna manera los costes e inconvenientes que supone mantener edificios singulares, soluciones que podrían pasar por la existencia de una mayor sensibilidad de la sociedad para exigir a las administraciones medidas que ayuden a los propietarios a soportar mejor los costes de mantenimiento. Pero como sociedad, ¿estamos haciendo algo?. El jefe de servicio de Cultura de la dirección provincial de Ciudad Real lo tiene muy claro: “La sociedad no está haciendo nada”.
Más recursos para mantener bienes patrimoniales
De la misma forma que la sociedad exige a la administración tener bien cuidados los centros de salud, los hospitales, los colegios o los parques, no estaría mostrando la misma sensibilidad a la hora de pedir que sean incrementados los recursos para mantener los bienes patrimoniales.
Muy probablemente, si la sociedad exigiera, la administración no tendría más que incrementar su presupuesto. Se trataría, quizás, de demandar que los propietarios de este tipo de bienes tuvieran algún beneficio que les aliviara en la carga que suponen las obras de conservación de un edifico protegido. En este sentido apuntamos algunas medidas que podrían favorecer:
–Reconocimiento social: hay numerosos edificios que son de arquitectura religiosa y otros civil, luego los propietarios son en algunos casos administraciones y en otros particulares.
–Facilitar los trámites administrativos para que sean más ágiles y rápidos; una medida que conllevaría el uso de herramientas técnicas más eficaces por parte de la administración.
-Deducciones en el impuesto de construcción y obras (ayuntamientos) ya que los propietarios invierten en el mantenimiento del inmueble, en unos casos y, en otros, en contratar a un arqueólogo para que la obra vaya en sintonía con lo que exige la ley. En ambos casos conlleva unos costes.
-Exención del IBI del edificio. Del IBI de urbana solo están exentos los Bienes de Interés Cultural (BIC) pero no así el resto de edificios protegidos por tener escudos. Si mi casa tiene un escudo no está exenta de IBI.
La administración favorece a los propietarios
No obstante, la administración también favorece a los propietarios con sus informes técnicos para lograr esas deducciones. Ahí está el caso de una casa de Montiel que forma parte del inventario y tiene un escudo nobiliario a la que el ayuntamiento ha concedido la deducción del impuesto de construcción y obras y la Diputación de Ciudad Real la exención de IBI. Ello ha sido posible porque Patrimonio en todos sus informes ha puesto que el escudo forma parte de la casa.

En su día hubo ayudas para los inmuebles que forman parte del Inventario y para mantener todo lo que incluían los conjuntos históricos de la provincia, -Villanueva de los Infantes, Almagro, una parte de Moral de Moral de Calatrava y otra de Viso de Marqués-, pero desaparecieron en el año 2010. En la actualidad, las únicas ayudas proceden del 1,5% cultural otorgadas por el ministerio de Transporte, Movilidad y Agencia Urbana (antiguo Fomento).
En general, el ciudadano no sabe que en nuestra provincia hay miles de edificios y yacimientos arqueológicos que forman parte del Inventario del Patrimonio Cultural de Castilla-La Mancha y que gracias a que la Ley de Patrimonio obliga a hacer un estudio de valoración e impacto previo a la realización de obras que puedan afectarlos de alguna manera, estos elementos patrimoniales se mantienen y algunos de ellos se excavan, se documentan y se dan a conocer. De lo contrario, no se podría, concluye Enrique Jiménez.