El parque nacional de las Tablas de Daimiel ya está recibiendo agua de la batería de pozos de emergencia que se activaron por primavera vez en primavera para evitar un nuevo incendio de turberas, ante la grave situación de sequía que padece.
El nuevo bombeo de agua subterránea de esta batería de pozos, construida tras el incendio de 2009, empezó el viernes por la noche, solo unas horas después de que la Comisión Mixta de Gestión de los Parques Nacionales de Castilla-La Mancha (formada por el Gobierno central y la Junta) diera el visto bueno a esta opción como la solución de urgencia para encharcar el humedal, en uno de sus cíclicos peores momentos.
Evitar incendios y favorecer la nidificación
El objetivo que se persigue vuelve a ser garantizar que las turberas no salgan ardiendo y en este caso concreto conseguir una lámina de agua suficiente para favorecer la hibernación de las aves acuáticas.
Con esta solución del bombeo el Ministerio para la Transición Ecológica y la comisión mixta rechazan en la práctica recurrir a un trasvase de agua del acueducto Tajo-Segura que no es posible por el cauce de río Cigüela, y al parecer tampoco por la Tubería Manchega (no está en funcionamiento).
“Uso racional y sostenible del agua”
Desde Junta y ministerio argumentan ante las críticas de Asaja y otros colectivos al no trasvase que la solución a la Mancha Húmeda debe pasar por “un uso racional y sostenible del agua”.
El director general de Medio Natural y Biodiversidad Félix Romero explicó el sábado en una entrevista para Lanzadigital.com que las administraciones “tendrá que ir trabajando en otras medidas a medio y largo plazo, que vayan permitiendo recuperar de alguna manera las características hidrológicas del entorno del parque y del conjunto de la Mancha Húmeda y que deben tener como fin avanzar en la sostenibilidad”.