Las intensas lluvias registradas a principios de abril han beneficiado al campo en general y a los cereales (en pleno crecimiento y con gran escasez hídrica), en particular. Los productores agradecen las aportaciones peor miran al cielo para poder cerrar una buena campaña, que se había complicado con el suave invierno y las escasas precipitaciones.
J. Y.
Ciudad Real
De muy positivas califica Ramón López Hervás, director de la sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha, las precipitaciones registradas desde primeros de abril a lo largo y ancho de la comunidad.
“Han venido fenomenal para todo el campo y han mejorado de excepcional cultivos como los cereales”, señaló a Lanza, debido a que “no se ha perdido ni una gota y ha sido bien aprovechada porque ha caído despacio y continuada”.
Con medias de entre 30 y 45 litros por metro cuadrado, dependiendo de comarcas y provincias, las abundantes precipitaciones del 3 y 4 de abril “tendrán diferentes cosecuencias” en el caso de los cereales, en función del grado de desarrollo vegetativo.
“En Ciudad Real y Toledo, están en periodo de encañado, mientras que en zonas de Guadalajara están en pleno ahijamiento”, indicó y advirtió de la presencia del hongo rincosporium detectado en algunas explotaciones cerealistas. “Ha afectado a alguna variedad de cebada, se come las hojas y hay menos producción, aunque no ha sido grave porque no hay mucha humedad, y el sol lo mata”, explicó
Para López Hervás, hay un buen escenario, si bien “harían falta 10 ó 15 litros semanales no sólo para el cereal, sino para otros cultivos como el girasol, o para los leñosos como el olivar y la viña”.
En la misma sintonía se expresó su antecesor José Luis López Elvira, al asegurar que “han sido entre 40 y 45 litros por m2 y han venido como anillo al dedo”. Indicó que las lluvias han favorecido a todos los cereales, si bien los trigos van más adelantados y las cebadas más retrasadas”.
Bien acogidas
En Ciudad Real, con una superficie que ronda las 300.000 hectáreas entre cebada, trigo, avena, centeno, maíz, veza y yeros, los efectos del temporal también sido bien acogidos por los productores de las comarcas de Calatrava, Montiel y La Mancha.
Juan Miguel Requena, productor de Villanueva de la Fuente, expresó que las lluvias “han venido de cine” ante la escasez que estaba sufriendo la provincia, con menos incidencia en la zona en Montiel. “En esta comarca siempre es menos notoria la sequía por la altitud, porque hemos tenido un año aceptable con entre 350 y 400 litros por m2, y además ha nevado tres o cuatro veces y ha cuajado”, explicó.
Señaló que cultivos tradicionales de la zona como el olivo podrían achacar el calor de diciembre, mientras que para los cereales proyectó “un buen año” si reciben más agua y no registran efectos metereológicos adversos.
De su lado, Ángel Bellón, cerealista de Membrilla, tiene unas expectativas no demasiado positivas pues “esperamos un año de bajos rendimientos”, tanto en algunas parcelas “perdidas” en secano, como otras de regadío “que tendrán rendimientos normales o bajos”.
Bellón invitó a “esperar a los próximos días” en una campaña que se abrió con confianza en una buena producción.
La siembra fue “como otros años, incluso mejor, al hacerlo en su fecha por la falta de lluvias”, declaró, si bien después “ha habido una gran sequía”. Por eso, la media de agua caída en la comarca manchega de entre 30 a 35 litros “es insuficiente” para un cultivo “con un crecimiento bajo y en parte perdido”.
Sobre los precios, dijo que “se mantendrán o incluso podrían bajar”, debido a “lo mal que están” los mercados internacionales, por “la gran producción mundial, la liberación de los aranceles en Argentina y otros países, la posibilidad de movilidad de los cereales en barco a precios muy bajos y por otros acuerdos europeos”.
Almendros helados
En otro orden de cosas, en diversos puntos de la región las heladas registradas hace una semana, en concreto el sábado 2 de abril, han tenido efectos devastadores para los almendros.
Según explicó Ramón López Hervás, responsable de la sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agroalimentarias Castilla-La Mancha, en la zona de la Alcarria (Guadalajara). Las temperaturas bajo cero “se llevaron por delante a la práctica totalidad”, por lo que la cosecha “será ínfima, por no decir que ninguna”.
Según dijo, en Albacete también “se han helado parte”, teniendo en cuenta que las más tempranas estaban florecidas por las temperaturas elevadas de noviembre y diciembre, y “si se hiela la flor, la cosecha se pierde”.
En Ciudad Real, Juan Miguel Requena, con 14 hectáreas de almendros en Villanueva de la Fuente, señaló que los tres grados bajo cero de hace nueve o diez días afectaron a parte sus almendros de la variedad comuna, porque el resto “son más tardías, como la guara, lauranne, o la constantin y se están salvando”. Explicó que están implantando en la provincia variedades que florecen en primavera, y que se puedan cultivar cuando hay un menor riesgo de heladas.