Conceptos como heteropatriarcado, feminismo o sororidad -que empiezan a ser más conocidos en las ciudades- aún suenan demasiado desconocidos y raros en el medio rural, hasta el punto de que, en ocasiones, provocan cierto rechazo por la tergiversación que muchas veces se hace de ellos por colectivos interesados.
“Nos encontramos con una sociedad más conservadora que en las grandes ciudades y hablar al algunos conceptos básicos para entender la desigualdad no es sencillo, porque no terminan de calar en el medio rural. Por eso es complicado trabajar el feminismo en el contexto rural y tenemos que hacer un esfuerzo mayor de pedagogía”.
Así lo explica en una entrevista con Lanza la presidenta de la asociación feminista de Campo de Criptana Las Violeteras, Laura Villalba, quien destaca que en las actividades de sensibilización que organizan tienen que explicar conceptos claves como patriarcado “que aún se mira con recelo” pero “poco a poco hacemos una labor de concienciación que nos ha llevado a que, respecto hace cuatro años, hemos avanzado mucho aunque aún quede”.
Y es que el feminismo también está calando en nuestros pueblos, aunque las mujeres encargadas de ello se encuentren “el triple de barreras que en las ciudades” si bien explica la presidenta de Las Violeteras que en muchos casos lo solventan trabajando más en red “con las asociaciones o asambleas de municipios vecinos”.
De cara a este 8-M, en el que como todos los colectivos feministas de la provincia de Ciudad Real hacen un llamamiento al paro para demostrar la importancia de los trabajos que realizan las mujeres -incluidos los que son sin remunerar-, Las Violeteras han apostado por apoyar todas las acciones que se desarrollan desde la coordinadora provincial pero centrar más su energía en su pueblo.
“Queremos aprovechar para centrarnos en Campo de Criptana y en el medio rural en general con el objetivo de visibilizar y luchar contra la falta de oportunidades que las mujeres nos encontramos aquí. Las chicas jóvenes, para poder trabajar, nos tenemos que desplazar a las grandes ciudades si queremos vivir de lo que he estudiado, de forma que la mujer rural se encuentra notables dificultades para vivir y desarrollarse en su contexto”.
Pero Laura Villalba va mas allá al subrayar que si las mujeres del ámbito urbano ya tienen una discriminación básica como la brecha salarial en el ámbito rural es aún más notable ya que, incluso, en muchos casos ni siquiera cotizan o cobran por trabajar en el campo familiar.
Y en esas preocupaciones contra las que luchan cada día Las Violeteras de Campo de Criptana, en los últimos tiempos se añade la “avanzadilla ultraconservadora” que se está extendiendo en el país intentando criminalizar a la mujer y, en especial, a las feministas con ataques en las redes sociales o autobuses como el de la ultracatólica HazteOír que habla de “feminazis”.
“No obstante creemos que es la reacción natural al miedo que ha provocado en ellos el potencial que tiene el movimiento feminista, la red que tejemos y en la que nos organizamos y por ello atacan a un movimiento transversal que lucha por la igualdad. Nos preocupa, es cierto, pero no es menos cierto que siempre nos han atacado y la única manera de combatirlo es seguir trabajando y hacerlo en esta línea”, apunta la presidenta de Las Violeteras.
Una asociación joven de jóvenes
La asociación Las Violeteras de Campo de Criptana surgió como asamblea en 2015 a raíz de las marchas del 7-N en Madrid, y lo hicieron hermanadas con las 7-N de Alcázar de San Juan. No obstante, finalmente apostaron por constituirse como asamblea porque, administrativamente, era más sencillo para organizar actividades en diversos municipios de la comarca entre las que se encuentran asambleas, performances, conciertos e, incluso, el primer festival feminista de Castilla-La Mancha además de coordinar el Punto Violeta del Viña Rock.
Respecto a su nombre, Laura Villalba explica orgullosa que Las Violeteras está vinculado a una mujer de Campo de Criptana que demostró ser una avanzada a su tiempo como Sara Montiel. “Para nosotras es una mujer que rompió con muchos tabúes y roles, que luchó mucho para abrirse camino, y es un guiño a ella y a nuestra localidad porque, insisto, somos conscientes de que hay muchas barreras que romper aquí”.
Por eso, y para concluir la entrevista, lanza un mensaje claro de cara a este 8 de marzo: es necesario seguir saliendo a las calles porque, al igual que ha habido mujeres que han luchado por los derechos que tenemos las actuales, las de hoy tienen que seguir haciéndolo por las que vendrán. “Y especialmente este año que se nos atacando tan directamente a las mujeres y al feminismo, es más importante hacer huelga estudiantil, laboral, de cuidados y de consumo, dentro de las posibilidades de cada una, y participar en las manifestaciones para que no se dé ni un paso atrás”.