José Manuel Lomas, al que se juzga por el homicidio del presunto ladrón que se coló en su finca de La Atalaya en Ciudad Real, avisó a la Policía Nacional al poco de disparar al intruso, Nelson Ramírez, sobre las dos de la mañana del 1 de agosto de 2021. “Vengan, hay una persona herida porque me he tenido que defender”, le dijo al operador de la sala del 091 que atendió la llamada.
Al policía le explicó desde el primer momento que había una persona en el corral de su casa, a la que había disparado, no habló de bulto, como el lunes en su declaración y en la reconstrucción de los hechos, y que el intruso tenía una motosierra en la mano.
«No parecía nervioso»
El policía de la sala del 091, que ha testificado ante jurado después de los quince minutos de grabación, ha respondido que “no parecía nervioso”, pese a que estaba reconociendo que acababa de disparar, y que cuando en aplicación del protocolo le preguntó por su DNI y la dirección de la finca, se los dio sin titubear, varias veces, y sin equivocarse.
Este agente, además de llamarle la atención de cómo es que había disparado en vez de llamar a la policía, estuvo hablando con él hasta que llegaron sus compañeros. Le dijo que dejara las armas, se vistiera, y saliera al camino, y Lomas le hizo caso en todo.
Los otros policías que llegaron sobre las dos y cuarto de la madrugada a la finca han contado que la casa está en un sitio apartado, de difícil acceso -había una cadena en el camino- y que algunos se bajaron del coche patrulla y fueron corriendo para evitar males mayores, pero que Lomas estaba sereno y cooperativo. “Nos dijo que había visto un bulto y había disparado, y que creía que podía haber más gente fuera”, han dicho. Lomas les indicó donde estaba la persona a la que había disparado, «a la que en la oscuridad costaba ver», ha dicho uno de los agentes.
Nelson Ramírez estaba bocarriba en el suelo, muerto
Cuando entraron en la finca comprobaron que Nelson Ramírez estaba tendido en el suelo, bocarriba, en chanclas y pantalón corto, y con una motosierra sin desenfundar que era del acusado tirada al lado. Ya estaba muerto, como certificó después del equipo médico.

Lomas, en la reconstrucción: “Me libré de milagro”
El jurado también ha visto este martes el video de la reconstrucción de lo ocurrido de febrero de 2022, cuando Lomas seguía en prisión preventiva (estuvo nueve meses y medio antes de salir bajo fianza en mayo de ese año). De vuelta a su casa, que no pisaba desde aquella noche de la Pandorga de 2021, Lomas le explicó a la jueza que temió por su vida, “me libre de milagro”, le dice en varios momentos.
Como el lunes, Lomas insistió en que disparó “a un bulto” que no se movió ni emitió sonido alguno. Que reaccionó de esa forma porque el día anterior sorprendió a otro intruso en su patio, al que echó de malas maneras, y que esta persona le advirtió de que volverían, en plural. Cuando descubrió que la madrugada del 1 de agosto habían vuelto a “asaltar” su casa cogió la escopeta y salió a defenderla.
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Insistió en la idea del «montaje» y «escenografía teatral»
En la reconstrucción del homicidio Lomas le explicó a la comisión judicial que piensa que todo fue un montaje, que alguien le colocó el cadáver ahí, porque “el bulto” estaba agazapado, con la motosierra “como si fuera una recreación teatral” que le dio miedo y antes de acercarse “a eso” disparó con la escopeta cargada que tiene al lado de la mesilla de noche en su habitación, además de un rifle, que no uso.
“Lo tenían planeado, no se me ocurre otra cosa, yo soy tranquilo, pacífico, tuve un acceso de pánico y no se me ha ido todavía, estas cosas hacen mucho daño”, le explicó también a la jueza, como el lunes en su declaración al jurado.
12 años y medio por homicidio, 25 por asesinato o absolución
La fiscalía pide doce años y medio de cárcel por homicidio para el octogenario y veinticinco años por asesinato la acusación particular, que ejerce la familia del muerto, Nelson David Ramírez, de 35 años, representados por el abogado Alfredo Arrién. Juan Manuel Lumbreras Ruiz, su abogado defensor, solicita la libre absolución, considera que Lomas actuó en legítima defensa bajo un miedo insuperable, como él mismo explicó el lunes a un jurado formado por siete mujeres y dos hombres.
El juicio sigue esta tarde en una sesión en la que se practicarán pruebas periciales.