EFE/Toledo
Las organizaciones agrarias de Castilla-La Mancha creen que el acuerdo agrícola alcanzado ayer entre Marruecos y la Unión Europea abre un mercado basado en la competencia «desleal», al no exigirse a los agricultores marroquíes las mismas normas de producción, e intuyen que hay «intereses» subyacentes.
Los principales responsables de las organizaciones agrarias de la comunidad autónoma han analizado hoy, a preguntas de Efe, el acuerdo agrícola aprobado ayer entre la Unión Europea y Marruecos, que abre las puertas a los productos de la huerta marroquí.
Los productos del país magrebí parten con menores costes de producción por una mano de obra barata y están exentos de los requisitos fitosanitarios, de calidad y de seguridad que rigen para los productos que se cultivan en Europa.
El secretario de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) en Castilla-La Mancha, Julián Morcillo, ha mostrado su «indignación» por el acuerdo porque «las reglas del juego no son las mismas para todos» y ha asegurado que desaparecerá la libre competencia en el mercado.
«No pedimos que no se desarrolle Marruecos, pero que le exijan las mismas condiciones», ha dicho Morcillo, al tiempo que ha destacado al melón, la cebolla y el olivar como los productos castellanomanchegos que se verán más afectadas.
En virtud de este convenio agrícola, se amplían los cupos de exportación marroquí para productos como el tomate, el calabacín, el pepino, el ajo, la fresa o las clementinas.
Morcillo ha señalado que hay un gran lobby que están ejerciendo presión para que se tomen estas decisiones desde la UE, a fin de favorecer determinados intereses, como el de grandes empresas francesas, ha dicho.
En sintonía con las palabras de Morcillo, el secretario general de Asaja en Castilla-La Mancha, José María Fresneda, ha declarado que «lo lógico» es que a los agricultores marroquíes se les exijan las mismas prácticas agrícolas que a los europeos, y si no es así pedirán al Gobierno español que lo reivindique en Europa.
Además, Fresneda ha aventurado unas pérdidas en el sector agrario de unos dos mil millones de euros debido a este acuerdo.
Por su parte, el secretario regional de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, Alfonso Marín, ha condenado el acuerdo porque es «nefasto» y tendrá «grandes repercusiones».
El responsable de COAG-IR ha coincidido con la UPA en señalar que hay «muchos intereses» europeos en que este acuerdo saliera adelante, aunque ha preferido no dar más detalles para «no perjudicar a nadie».
Marín ha incidido en que es «falso» que el acuerdo con Marruecos se compense con las subvenciones que reciben los agricultores europeos a través de la Política Agraria Común (PAC) y ha augurado una «fuerte» destrucción de empleo en el sector.
En este sentido, el responsable regional de COAG-IR ha señalado que la nueva PAC -que está en proceso de negociación y que entrará en vigor en 2014 para marcar la hoja de ruta de los agricultores europeos hasta el año 2020- será más exigente que antes «en todos los sentidos», por lo que no estarán en igualdad de condiciones con los profesionales magrebíes.
Marín ha recordado que pesticidas y herbicidas prohibidos en la Unión Europea se utilizan en la producción marroquí y ha recalcado su convicción de que los productos serán de «peor» calidad: «que la sociedad se informe para saber que está comiendo», ha sugerido.