Representantes de tres asociaciones sectoriales de apicultura de la provincia y de Asaja acudirán el próximo 20 de noviembre a la Delegación de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural en Ciudad Real para reclamar medidas que ayuden a paliar las serias amenazas que sufre el sector.
Serán los portavoces de la Asociación Profesional de Apicultores de Ciudad Real, ‘Madroño y Romero’, y Montesur, además de la Asociación de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Ciudad Real, quienes planteen a la delegada de Agricultura, Amparo Bremard, problemas como los derivados de la plaga de la varroa, principal amenaza para sus explotaciones apícolas.
Se trata de una enfermedad persistente porque, tal y como ha recordado Javier Colado, presidente de la Asociación Profesional de Apicultores, el parásito que la provoca se ha hecho resistente a los tratamientos para su extinción.
Hasta ahora, los métodos de control de este peligroso ácaro han estado subvencionados en parte por la Junta de Comunidades, pero “es insuficiente” y necesitan innovación en los tratamientos. En este sentido, pedirán “más inversión para desarrollar líneas de investigación”.
Daños por el abejaruco
Otro frente que los apicultores denunciarán son los daños en sus colmenas provocados por especies como el abejaruco, que atacan a las abejas melíferas (Apis mellifera), y que “son muy difíciles de combatir”.
Una de las soluciones para rebajar las amenazas de estos predadores serían, para los productores de miel y polen, permitir la apertura de periodos de veda para usar sistemas de control “como ya hay en otras comunidades”. En estos casos, incluso puede utilizar distintos dispositivos o realizar disparos con escopeta “para ahuyentarlos”.
Otro de los peligro que, según Colado, sufre el sector, es el causado por los efectos del cambio climático y la sequía. Provocan una menor floración y, por tanto, un descenso en la producción, además de los bajos precios de la miel y del polen.
Competencia desleal
En el ámbito comercial, los apicultores se quejan de la “competencia desleal” que sufren con la entrada masiva de mieles importadas de otros países como China. La consecuencia es la caída de precios justos para productores como los de Ciudad Real, frente “a la mejor cotización” de mieles de zonas con calificación como la de la Alcarria en Guadalajara o la del Bierzo en León.
En este sentido, para Colado es necesario “promocionar la miel de la provincia” con una marca cualificada, y la flexibilización, por otro lado, a la hora de que nuevos apicultores se puedan incorporar a la actividad.
En Ciudad Real hay más de un centenar de apicultores, entre los más de 100 de la entidad que preside Colado, que representan a unas 20.000 colmenas, y los de las otras dos asociaciones registradas.
El sector es un revulsivo económico para comarcas como la de Puertollano y Almadén.