José Álvarez, gerente de la empresa, explica que el ozono aporta soluciones óptimas en todos los procesos desarrollados en bodegas y cooperativas, como la limpieza de depósitos, tuberías y mangueras; en la desinfección y recuperación de barricas; en el embotellado o en la sala de catas.
Desde Ozono Solutions Aplicaciones detallan que el ozono contribuye a la desodorización y esterilización en bodegas de forma absoluta en: Todas las cubas, bien sean de roble, cemento o acero inoxidable; las herramientas y maquinaría que intervienen en la elaboración del vino, incluido embotelladoras, ya que no solamente desinfecta, sino que esteriliza completamente, evitando los problemas propios de la aparición de hongos en la bodega.
Además, incrementa la vida útil de las barricas de roble y elimina el peligro de la utilización de diferentes productos de limpieza o bactericidas (corrosivos, ácidos, abrasivos, etc.), cuyos restos pueden alterar la composición del vino o resultar tóxicos para el consumidor.
Por otra parte, el ozono es de los pocos sistemas que ayudan a controlar la contaminación de levaduras y bacterias de las barricas para vinos de crianza, sin dejar ningún tipo de residuo se degrada por si mismo convirtiéndose en oxígeno y no provoca degradación ni cambios en la aportación de sabores propios de la madera de roble.
Álvarez índice en que la limpieza y desinfección de tanques, tuberías fijas y mangueras es, en la bodega, una de las operaciones más frecuente debido a la gran cantidad de trasiegos que se hace del vino durante su elaboración. Diversos productos químicos son utilizados para estas operaciones (ácidos, productos alcalinos y desinfectantes). También exigen altos consumos de agua para el enjuague de los equipos y asegurar no quedan restos que puedan pasar al vino. El ozono es una herramienta útil para este tipo de labores, dadas sus propiedades oxidantes y capacidad antimicrobiana con potenciales ventajas medioambientales, como una gran reducción del consumo de agua; ahorro energético (al no precisar agua caliente) y reducción del tiempo y de la mano de obra.
Zona de embotellado
El ozono en las embotelladoras puede ser aplicado en cualquier punto donde haya que garantizar una desinfección, usándolo tanto en fase gas (desinfección ambiental, tapones…), como en fase acuosa (desinfección del agua de lavado, depósitos, llenadoras…) y haciendo su uso rentable en toda la embotelladora.
En las salas de embotellado y zona de llenado garantiza un ambiente limpio y desodorizado; la eliminación de mohos; la ausencia de todo tipo de insectos y bacterias y la esterilización absoluta.
Este producto natural también es muy aconsejable para el lavado de botellas, permitiendo un procedimiento rápido (con escaso tiempo de exposición al contacto con la botella); económico (ahorro en el consumo de agua destinada a la desinfección); aumentando la seguridad alimentaria y no provocando residuos.
Por último, también reporta numerosos beneficios en la sala de catas, con una desodorización y desinfección ambiental que permite la mejor apreciación de aromas y sabores y la eliminación de hongos y bacterias.
En definitiva, -apunta José Álvarez- la aplicación del ozono optimiza la producción del vino al reducir los costes de higienización en todo su proceso al tratarse de un producto natural, inocuo y sin efectos secundarios, que permite acometer acciones desinfectantes de una manera simple, ecológica y sin dejar ningún tipo de residual.
