El presidente de la Asociación provincial de Empresarios de Industrias Vitivinícolas de Ciudad Real (APEIV), Lorenzo Delgado, apuesta porque todos los agentes del sector se reúnan para consensuar “unos precios mínimos que sean rentables y razonables”.
Así lo ha solicitado al titular de la Consejería de Agricultura y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, en una carta en la que le insta a convocar una reunión informativa de manera “urgente” entre los representantes de las bodegas, cooperativas, sindicatos y productores para “analizar qué está pasando” en el escenario vitinícola castellano-manchego, coincidiendo con la generalización de la vendimia.
A su juicio, la bajada en los blancos -a 0,01803 euros/kilogrado (3 pesetas)- y los tempranillos entre 3,45 pesetas (0.02073 euros) y 4,83 pesetas /kilogrado (0.02903 euros) “es innecesaria” porque, según ha explicado a lanzadigital.com “no hay excedentes ni problemas de almacenamiento porque es una cosecha inferior a una normal”.
De la misma manera, a su juicio, está garantizada la demanda de los vinos castellano-manchegos en los mercados internacionales ante “las malas campañas de Francia y norte Italia, la merma que habrá en Portugal, y la insuficiencia de las de Argentina y Chile, algo mejores, para suministrar a los clientes”.
Por ello, Delgado se pregunta “a qué tenemos miedo” y, tal y como comenta en su carta, a la que ha tenido acceso ese diario, “la reciente bajada del precio de la materia prima para esta campaña, está ocasionando serios perjuicios no solo a los viticultores, sino al sector en su conjunto y a las exportaciones, porque se está desmereciendo el valor y el prestigio del vino castellano manchego”.
“Hace veinte 20 años, argumenta, los precios eran similares y en este tiempo el coste de las infraestructuras ha subido mucho”, así como “tenemos instalaciones modernas y las plantaciones se han renovado en su mayoría”.
Protagonismo
Respecto a la movilización dirigida a los trabajadores del sector vinícola de la provincia, convocada para el próximo 2 de octubre por CCOO y UGT para protestar por la supuesta dilatación de la firma del convenio colectivo, Delgado ha acusado a los líderes sindicales de “querer ser protagonistas” y de “presionar” a la patronal con la manifestación, un hecho “que es ilegal”.
Ha desmentido que los empresarios pretendan alargar la negociación para precarizar a los trabajadores eventuales de la vendimia y que éstos no tengan opción a cobrar la subida que se pacte, como dijeron los sindicatos, dado que “ni cooperativas, alcoholeras y bodegas hemos roto la negociación”.
También ha criticado que los portavoces sociales “intenten imponer sus puntos de manera unilateral”, en vez de alcanzar “cesiones por ambas partes”.