La pandemia del COVID-19 está sacudiendo fuertemente a la inmensa mayoría de los sectores económicos, pero especialmente a aquellos que tienen que ver con el ocio y el turismo. Por ello, las empresas que organizan campamentos de verano no son ajenos a esta realidad. El decreto de estado de alarma les afectó de lleno justo en la temporada cuando comienzan a hacer actividades y campamentos para los colegios e institutos con motivo del fin del curso escolar. Ahora, el coronavirus amenaza con acabar también con los campamentos de verano, aunque los empresarios del sector se muestran “esperanzados” con que se podrán retomar estas actividades, aunque con muchas medidas de seguridad.
El anuncio del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el pasado sábado sobre permitir el turismo a partir del mes de julio les hizo pensar que podrían retomar los campamentos de verano a lo largo de los meses de julio y agosto. Uno de estos empresarios, David Oliver, gerente de la empresa MadronaActiva de Brazatortas, ya está diseñando los campamentos para los próximos meses. “Lo normal sería que a estas alturas ya tuviéramos todos los campamentos del verano cerrados. Sin embargo, esta situación nos ha obligado a acortar los plazos para ver qué iba pasando”, señala.
La reducción de los aforos será uno de los aspectos “más esenciales” de esta temporada: “Normalmente, nosotros hacemos campamentos para unos 60 chavales, que es la capacidad que tiene nuestro albergue, pero este año hemos pensado reducir ese aforo al 50%”. Además de esta reducción, seguir a rajatabla las normas higiénicas a la hora de las limpiezas de las habitaciones o mantener todas las medidas de seguridad posible en lo que respecta a las comidas serán otros puntos a seguir este año.
A todo esto se suma el “miedo y la incertidumbre” de los padres a la hora de mandar a sus hijos e hijas a un campamento este verano. “Es lógico que haya miedos, pero lo cierto es que una vez que el niño entra en el campamento podríamos decir que está aislado. No tiene contacto con nadie que no sea del campamento, lo que es un punto de tranquilidad para los padres”, añade el gerente de MadronaActiva. Además, este año “hemos cambiado la dinámica de los campamentos de verano y los hemos enfocado más a conciliar la vida laboral y familiar de los padres”, señala. Por ello, los campamentos que organizan desde MadronaActiva durante el mes de julio serán de domingo por la tarde a viernes por la tarde para facilitar esa conciliación y enfocado a niños y niñas de la provincia o de sus cercanías. Ya en agosto, con las estimaciones sobre la “apertura” del turismo, llegarán a un público más nacional. De hecho, a durante la segunda semana de julio iban a acoger un campamento de niños y niñas de diferentes nacionalidades europeas, pero ante esta situación, decidieron aplazarlo al mes de agosto, cuando veían “más posibilidades” de que éste pudiera celebrarse sin ningún problema.
Sin concreciones
A pesar de estar trabajando ya en la celebración de campamentos durante los meses de julio y agosto, lo cierto es que los empresarios del sector “aún no tenemos ninguna concreción de que podamos organizarlos”. Por ello, para pedir al Gobierno respuestas cuanto antes, se ha creado una asociación, bajo el nombre de Colectivo Nacional de Campamentos de Verano, integrado por más de 500 entidades de todo el país y una decena de la provincia de Ciudad Real.
Desde este colectivo han elaborado un protocolo higiénico sanitario que pretende servir de «punto de partida» para apelar a la interlocución con las instituciones y redactar junto a ellas un plan de actuación. Este protocolo, elaborado por profesionales en el área de Sanidad y Prevención del Colectivo de Campamentos de Verano, tiene como objetivo «garantizar la seguridad, proteger la salud y minimizar el riesgo de contagios entre los participantes en actividades de ocio educativo en el ámbito nacional» con medidas específicas de higiene y control sanitario tanto de los participantes, como del personal y proveedores de las instalaciones.
Según el protocolo que proponen, en primer lugar, para participar en el campamento, todas las familias deberán aceptar una declaración responsable, donde garanticen que durante los 14 días previos a la entrada al campamento, el menor no ha sufrido ni tos, ni fiebre, ni cansancio o falta de aire, ni ha estado en contacto con nadie con dicha sintomatología. Lo mismo tendrán que garantizar los monitores y el personal de mantenimiento de la instalación.
El Colectivo de Campamentos de Verano solicita al Gobierno que se les faciliten las condiciones necesarias para la realización de la actividad con la mayor normalidad posible, haciendo un especial hincapié en la prevención higiénico sanitaria creando ‘Espacios protegidos de Covid-19’ y un calendario de adaptación para que todo el sector y las familias puedan conocer con la mayor anticipación posible la situación que van a encontrar este verano. También piden que dicho plan de adaptación, a pesar de ser competencia de las comunidades autónomas, sea a nivel nacional, para así no generar un marco de desigualdad entre territorios. Además, los impulsores de esta iniciativa han señalado la importancia de los campamentos de verano para poder conciliar la parte profesional y personal de todas las familias con niños.