Las precipitaciones caídas en las últimas semanas, sobre todo en los días de Semana Santa, han venido “como una bendición” para los agricultores de la provincia de Ciudad Real, y también para los de Castilla-La Mancha, en algunos puntos con hasta más de 120 litros por metro cuadrado.
Los cultivos herbáceos de invierno (con más de 300.000 hectáreas sembradas en la provincia y 1,8 millones en Castilla-La Mancha), en fase de ahijamiento y crecimiento, serán los más beneficiados a corto plazo, al igual que los hortícolas de primavera y verano, en plena plantación.
De esta manera se verán recuperadas las zonas de la provincia, junto a otras de Cuenca y de las andaluzas Córdoba o Sevilla, afectadas pro la sequía que según las previsiones de Asaja nacional, hacían pensar que la campaña 2018/19 iba a ser más corta de la media de los últimos años, incluso aunque lloviera esta primavera. De hecho, estimaron recortes de entre el 10 y el 20 por ciento en los cereales de invierno.
El secretario técnico de ASAJA en Castilla-La Mancha, Arturo Serrano, ha confirmado pérdidas en el sur de Toledo y Albacete, con mermas que podrían alcanzar el 30%, si bien ha aplaudido no sólo las lluvias generalizadas caídas en toda la región, sino las previstas por la AEMET hasta bien entrada la próxima semana.
La media en la provincia de Ciudad Real está por encima de los 70 litros por metro cuadrado, aunque hay explotaciones en localidades de la comarca de Montiel como Almedina o en las manchegas de Socuéllamos y Tomelloso que hasta este mediodía habían contabilizado cerca de 90 l/m2.
“Para los cereales de siembra temprana las lluvias vienen un poco tarde, pero para las tardías vienen perfectas”, ha explicado Serrano a Lanzadigital, que ha incidido en el desarrollo del tallo y el espigado, una fase que si se supera “el cultivo guarda la humedad en el suelo”.
En otras zonas se han contabilizado más de 100 l/m2, mientras que en provincias como Albacete y Toledo ha recogido “menos”, y Cuenca ha sumado medias de más de 50.
En los días venideros hasta mediados de mayo, el riesgo está en las heladas, si bien el agua es factor fundamental para el desarrollo de los cultivos y la industria agrícola, y su acumulación “es muy satisfactoria para el campo regional”.
Buen año
Pablo Tapiador, cerealista de la comarca ciudarrealeña de los Montes, ha celebrado las intensas precipitaciones caídas en las últimas horas en toda la provincia, que salvarán la campaña de este año.
A su juicio, el agua ha beneficiado a los cultivos de herbáceos en el momento que están ahijando, “algunos muy pequeños” por los efectos de la falta de agua de febrero y marzo, y que derivará “en un buen desarrollo y un buen año”.
Tapiador tiene cultivados triticale, avena y trigo en el término de Malagón, y tras su recuperación da por seguros unos beneficios que harán que “podamos afrontar los gastos que hemos hecho”.
Con todo, ha reparado en la falta de aportes hídricos del invierno en la zona toledana de la Comarca de La Mancha, con “estragos y pérdidas importantes en algunos puntos”.
Menos pérdidas
El productor ciudarrealeño Pedro Martínez también se ha mostrado satisfecho con el riego natural de los cereales, y ha estimado una “entre buena y aceptable” cosecha, con menores pérdidas de las que esperaban si no hubiese llegado el temporal.
Martínez, que este año ha sembrado triticale, trigo, cebada, colza y guisantes, ha explicado que en la comarca de Calatrava “no estaba todo perdido”, aunque volúmenes como los 25 litros por metro cuadrado registrados hasta el mediodía de este sábado “salvarán” el año de los herbáceos de invierno, “sino hay calores fuertes ni hielos”.