Las clases telemáticas han permitido que el alumnado pueda seguir, en medida de lo posible, con parte del programa educativo que los propios docentes han considerado más esencial e importante para que el próximo curso puedan comenzarlo con la mayor normalidad posible. El problema a esta solución surge cuando también se aplica en colegios fuera de las grandes poblaciones, donde todavía quedan casas que no cuentan con acceso a internet. que no tienen ordenador o que solo tienen uno y lo tiene que usar toda la familia.
A pesar de estas dificultades, los colegios de la provincia de Ciudad Real se han armado de valor y han demostrado su pasión hacia la docencia para que su alumnado continúe recibiendo durante los días de confinamiento los máximos contenidos posibles para su formación académica.
Uno de estos ejemplos es el CEIP Cervantes de Santa Cruz de Mudela, que ha repartido entre su alumnado más de 40 equipos informáticos a alumnos que en sus domicilios no contaban con ordenador o que no pueden usarlo porque sus progenitores tienen que usarlo para teletrabajar. El director del centro, José Ignacio González, explica a Lanza que 40 de los 160 alumnos con los que cuenta el centro han tenido que recibir un ordenador del colegio «porque no tenían en casa o porque no tenían acceso directo a él». A través de la aplicación Google Classroom, los docentes explican a los alumnos los contenidos que éstos deberían desarrollar en clase. «Es evidente que no se aprende igual en el pupitre que desde sus casas», reconoce González, pero destaca que la aplicación, dentro de sus posibilidades, les permite «bastante bien» simular sus aulas, ya que incluso pueden utilizar pizarras virtuales para explicar a los alumnos la lección.
La dificultad surge cuando parte del alumnado no tiene en su domicilio conexión a internet. Un problema cada vez menos común, pero que aún hoy sigue existiendo, sobre todo en las pequeñas localidades donde sus vecinos no necesitan internet en sus casas para hacer su vida diaria. En el colegio de Santa Cruz de Mudela ocho de sus 160 alumnos no poseen conexión a internet en sus casas, lo que dificulta el aprendizaje en tiempos de confinamiento. Desde el centro están a la espera de que en los próximos días la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha entregue a estos ocho alumnos tarjetas de conexión que está repartiendo para que puedan tener un acceso «en condiciones» a internet. Mientras tanto, a estos ocho alumnos se les da las clases vía telefónica o por WhatsApp. «Hay muchos contenidos para los que se requiere un contacto visual con el alumno y en estos casos hacemos lo que podemos. Tratamos de darles las clases por teléfono y si hay que explicar algo visual lo hacemos mandándoles una foto o un vídeo a sus padres por WhatsApp, aunque aquí es algo más complicado», señala González, que espera que pronto lleguen las ansiadas tarjetas para que puedan seguir las lecciones como otro alumno más.
En el CEIP Cervantes de Santa Cruz de Mudela también son conscientes de las dificultades que durante estos días están teniendo los padres y las madres. «Tenemos alumnos que sus padres trabajan los dos por la mañana y no pueden hacerse cargo, dejarles el ordenador, conectárselo, etc», comenta González. Por ello, han modificado sus horarios para impartir estas clases online tanto por las mañanas como por las tardes. «De esta manera podemos dar clase al alumnado que por las mañanas no pueden conectarse por diferentes motivos».
A todo esto se suma el teléfono móvil. «Aún con el riesgo que supone que todos los padres del colegio tengan tu teléfono móvil privado, hemos creado grupos de WhatsApp con los padres para solventar posibles dudas». Además de la educación de sus hijos, desde el colegio también consideran esencial su salud. Por ello, han puesto en marcha un sistema de videollamadas con el orientador y psicólogo del centro para poder solventar todas las dudas que en estos días surgen a los padres.
Los colegios rurales también continúan con sus programas
Lo mismo ocurre en los colegios rurales, donde los docentes están dando todo lo posible para que los niños pierdan la menor cantidad de contenidos previstos. Es el caso del Colegio Rural Agrupado (CRA) Sierra Morena, que cuenta con siete alumnos en su centro de San Lorenzo de Calatrava y seis en el de Solana del Pino. En este centro no ha sido necesario tener que entregar equipos informáticos a sus 13 alumnos debido a que todos contaban con algún ordenador en su casa y también con conexión a internet. Aunque en estas dos localidades, con poco más de 20o habitantes una y 320 la otra, todos los alumnos del centro contaban con ordenador en sus casas y con conexión a internet. «El problema es que la línea no es muy estable y cuando llueve o hace viento se corta el internet», señala la directora del colegio, María del Mar Tadeo.
En el CRA Sierra Morena los docentes han optado por la plataforma Skype para explicar a sus alumnos los contenidos. Al igual que en el Cervantes de Santa Cruz de Mudela, aquí también son conscientes de que todos los alumnos solo poseen un ordenador en sus domicilios, por lo que han optado por dividir sus clases en horarios de mañana y de tarde para facilitar su educación. A todo esto se suma el WhatsApp o el teléfono, en el que están disponibles «casi las 24 horas» para solventar las dudas que puedan tener los alumnos y también los padres. «No queremos ser un problema para los padres, que bastante tendrán ya con esta situación», reconoce la directora, por lo que considera esencial que en estos días los niños estén ocupados con sus labores educativas. «Los contenidos los tenemos que explicar los docentes y no debemos permitir que esa labor recaiga en las familias», añade la directora y destaca el trabajo que hacen las familias, «ya que son ellas quienes nos demandan que sigamos dando contenidos y no nos quedemos estancados».
En el CRA Sierra Morena no son ajenos a la brecha digital, aunque en los últimos dos años su personal docente está esforzándose para que los niños y niñas «no sean analfabetos digitales» y tengan conocimientos en informática con el objetivo de que tengan las mismas posibilidades que un niño de una gran ciudad. Esto facilita que sean ellos los que «más o menos» se conecten a las aplicaciones para poder dar las clases, dado que la mayoría de sus padres carecen de conocimientos de informática.
Tutoriales por WhatsApp
Ambos directores reconocen que hay familias que no están nada familiarizadas con la informática y mucho menos con las aplicaciones que permiten dar las clases online. Por ello, a través de grupos de WhatsApp, han realizado tutoriales para enseñar a los padres cómo conectarse a estas aplicaciones educativas para que los niños puedan seguir las clases.
No al aprobado general
Tanto la directora del CRA Sierra Morena de San Lorenzo de Calatrava y Solana del Pino y el director del CEIP Cervantes de Santa Cruz de Mudela se muestran tajantes en el no al aprobado general del que se viene hablando en estos días. Ambos consideran que deben de ser los propios docentes quienes califiquen a los alumnos, teniendo en cuenta los resultados de la primera y la segunda evaluación, así como el trabajo que se desarrolla en esta tercera,
Estos dos directores aseguran que los niños se están adaptando bastante bien a las clases telamáticas, pero entienden que si un «alumno ha suspendido el primer y segundo trimestre, el tercero también debería suspenderlo» y, en este caso, repetir.