Noemí Velasco / Puertollano
Agarrada a los valores de la solidaridad, la generosidad y la convivencia ciudadana, la Hermandad de Donantes de Sangre de Puertollano celebró en la mañana de este sábado su decimoctava asamblea general extraordinaria con la tradicional entrega de reconocimientos a los donantes más asiduos de la ciudad en el auditorio Pedro Almodóvar entre gran parte de esos colaboradores y vecinos que han hecho posible su supervivencia a pesar de los recortes presupuestarios sufridos en los últimos años.
En un ambiente festivo lleno de alabanzas a los donantes, en palabras de la alcaldesa Mayte Fernández, “esos héroes que salvan vidas a diario”, la Hermandad de Donantes de Sangre, encabezada por el presidente, Santiago de Tera, el vicepresidente, Ramón Moya, y el secretario, Manuel Alcaide, contó además con la asistencia de Avelino Rodríguez, como representante de la Gerencia del Hospital de Puertollano, y María Elena Madrigal como directora del Centro de Transfusión de Ciudad Real.
Después de cuarenta años de trayectoria en esta localidad que ha visto ligada su capacidad al desarrollo del Hospital Santa Bárbara, el presidente de la Junta Rectora de la Hermandad de Donantes de Puertollano destacó “el esfuerzo del tejido asociativo” para respaldar y luchar por la continuidad de la organización, todo ello, según añadió, “a pesar de los recortes del Sescam, de los 9.000 euros que todavía debe la Administración y de las malas decisiones tomadas en los últimos tiempos por la dirección sanitaria regional”.
Santiago de Tera puso
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Con 7.000 donantes registrados y entre ellos un 35 por ciento de gente joven, Santiago de Tera agradeció la colaboración de la Diputación Provincial, los trabajadores de Repsol, Cohete Sport, la Banda de Música, el Colegio Ramón y Cajal, empresarios, personal sanitario y sobre todo del Ayuntamiento de Puertollano, entre muchos otros, “por hacer posible el milagro que supone salvar tres vidas por cada bolsa de sangre donada”.
Orgullosa de su ciudad por “la generosidad” de todos esos vecinos que “de manera humanitaria y silenciosa salvan vidas”, la alcaldesa de Puertollano expresó su “emoción” y su “alegría” por la concienciación que existe sobre la necesidad de donar sangre y por la lucha representada por Santiago de Tera para “superar las dificultades y garantizar el futuro de la hermandad”. Desde su postura como donante y como representante de la Corporación Municipal, Mayte Fernández destacó que “no vamos a dejar que ni un sólo recorte haga desaparecer la hermandad, porque la salud no tiene precio y está por encima de cualquier crisis o situación coyuntural”.
Por su parte, la directora del Centro de Transfusión de Ciudad Real destacó la labor realizada por la hermandad de donantes, “porque dais vida a los demás y dais calidad asistencial en la sanidad”. Tras indicar que la sanidad necesita de donantes para las transfusiones a los ancianos, a los enfermos con cáncer que necesitan de quimioterapia o a los pacientes que requieren intervenciones quirúrgicas, María Elena Madrigal recalcó también “la profesionalidad” en la atención que ofrece la hermandad y que permite que el Centro de Transfusiones de la capital siga cada día analizando y fraccionando la sangre en plasmas, plaquetas y concentrados de hematíes.
Como pago a su “generosidad”, aunque según señaló el presentador del acto, “es un pago muy pequeño a su labor altruista”, la hermandad otorgó veinte distinciones de la ‘Gran Cruz’ a los donantes con más de 50 donaciones realizadas, sesenta y ocho insignias de oro a los donantes con entre 30 y 49 donaciones hechas, sesenta y tres insignias de plata a los miembros con entre 20 y 29 donaciones realizadas, y más de ochenta diplomas.
Además, los donantes entregaron una placa de honor a la Fundación Repsol “en reconocimiento a su estrecha colaboración”, que recogió el director de Fiabilidad y Mantenimiento del complejo petroquímico de Puertollano, Féliz Márquez López, y una insignia de honor a Eduardo Egido Sánchez.