Los embalses del Guadiana en Ciudad Real han pegado en la última semana de enero el gran ‘estirón’ que se esperaba tras el paso de la borrasca Filomena y suben de nivel de manera significativa: 5,4 hectómetros cúbicos.
La clave está en la recuperación que han experimentado los pantanos de Torre de Abraham; en la comarca de Cabañeros y el Gasset; en el área de influencia de Ciudad Real. Ambos han recuperado reservas por segunda semana consecutiva, más en esta última por el efecto del deshielo en los Montes de Toledo.
La Torre, de 15,7 a 18,8 hm3
Con los ríos Estena y Milagro corriendo por Cabañeros el pantano de la Torre de Abraham ha pasado de 15,7 hectómetros cúbicos a 18,8 en la última semana (aunque sigue bajo, al 10% de su capacidad) y el Gasset de 12,7 a 14,5 hectómetros cúbicos (está al 37%).
Tímido alivio para las reservas
La borrasca, que ha dejado la racha de lluvias y nevadas más significativa desde octubre, supone un tímido alivio para las reservas de agua superficial en el Alto Guadiana, en mejores condiciones que en la primera semana de febrero del año pasado, pero por poco.
Al 25% de capacidad, 2 puntos menos que en 2020
A 1 de febrero los pantanos del Guadiana en Ciudad Real, la principal cuenca hidrográfica, almacenan 99 hectómetros cúbicos y están al 25% de capacidad, mientras que el año pasado por estas fechas acumulaban 109 y estaban al 27%.
Peñarroya está casi lleno y el resto muy mal
Con la excepción del embalse de Peñarroya (entre Argamasilla de Alba y Tomelloso), que con 48 hectómetros cúbicos está casi lleno, el resto de pantanos de la cuenca, El Vicario, Puente Navarro, Vallehermoso, La Cabezuela y Vega del Jabalón siguen a niveles muy bajos, sobre todo este último que desde el verano ya no abastece a las principales poblaciones del Campo de Calatrava (Bolaños y Almagro), que han tenido que recurrir a pozos de sequía.