J. Y.
Ciudad Real
Los titulares de negocios de ocio nocturno de Ciudad Real se muestran molestos por la nueva subida de impuestos especiales al tabaco y a las bebidas alcohólicas (el vino y la cerveza están exentos) aprobada el viernes en el Consejo de Ministros y que entra en vigor este domingo.
“No es esta subida en concreto, sino otra que se suma a la presión fiscal del sector Servicios y al incremento del IVA del 8 al 21 por ciento”, señalan.
Tres empresarios locales mostraron a Lanza su preocupación por la “delicada” situación del sector hostelero en general y de establecimientos de la noche en particular, acuciados desde hace años por una bajada de actividad a tenor de una importante caída del consumo.
Como en anteriores ocasiones, volverán a ser ellos quienes asuman la subida con el fin de no repercutirla en su oferta.
Mortalidad empresarial
Carlos García, dueño del ‘Daiquiri Blues Bar’, reitera la retracción de estos negocios tanto por la subida de impuestos “como por la brutal bajada del consumo de bebidas”, lo que está acercando al colectivo a “un crecimiento de la mortalidad empresarial”.
El titular de unos de los establecimientos más conocidos en la zona de copas de la capital ciudarrealeña (El Torreón) por apostar por conciertos de pequeño formato en directo, asegura que “la nueva subida la asumiremos nosotros”, lo que significará aumentar los costes.
A su juicio, los impuestos especiales a las bebidas alcohólicas, la prohibición de fumar, el gasto de personal, la compra de materia prima y el botellón son factores que “están matando al sector del ocio nocturno” porque “hay que hacer frente a todos los gastos con muchos menos ingresos”.
Con todo, este empresario asegura que con este tipo de medidas -el alcohol tendrá un alza del 10 por ciento, de 8,30 euros a 9,13 euros por litro- “no se dinamiza el consumo”.
Sin rentabilidad
En la misma línea se expresa Pablo Victoria, de “La antigua estación” y “El Hangar”, quien asegura con ironía que “es otro poco de plomo para exprimirnos más”.
La última subida impositiva de hoy supondrá, subraya, que “no tengamos rentabilidad ni beneficios” porque “no lo repercutiremos sobre los clientes, sino que lo asumiremos”.
“Los números no salen” porque “ya hemos bajado los precios” y el camino se hace más tortuoso.
Victoria mantiene una plantilla de dieciséis personas “con esfuerzo” porque “no son conscientes de la repercusión que tienen en la hostelería”.
Por ello, dice no entender cómo la Administración “aprieta tanto a la pequeña empresa” que tras la temporada de verano “estará en una situación todavía más delicada”.
Otra de las voces consultadas por Lanza, Antonio Flórez, del emblemático “El Bastón”, también reconoce una “excesiva” presión impositiva sobre el sector Servicios.
En concreto, en el colectivo del ocio y la hostelería “cada día más”.
Coincide con los otros portavoces en la salida traumática por la que tienen que optar muchos titulares de este tipo de establecimientos, con el cierre de locales y el despido de trabajadores. “Alternar no es tan caro”, puntualiza.
Mala noticia
Tras la subida del IVA de hace casi un año y el último alza del impuesto al tabaco a finales de año, se inicia julio (plena temporada veraniega) con otro incremento fiscal que se traducirá en una subida de los productos de bares, cafeterías, pubs, discotecas y otros establecimientos de ocio.
La gerente de la Asociación provincial de Hostelería de Ciudad Real, Cristina Miranda, alertó del impacto negativo que tendrá sobre el sector en la provincia.
“Es una mala noticia”, manifestó a Lanza, aunque agradeció que el vino -”un emblema de Ciudad Real”- y la cerveza se hayan quedado exentos de dicho subida.
Miranda sostuvo que “afectará a miles de familias y varios cientos de negocios bajo este epígrafe en la provincia”, teniendo en cuenta la situación del colectivo “después de años de caída permanente de su actividad”.
Cierres
Miranda recordó que la crisis supuso “una bajada brutal del consumo y una subida espectacular de los costes” y apuntó que en España “se cierran cada día medio centenar de establecimientos” ante la imposibilidad de sostener pérdidas y el descenso en rentabilidad.
Cada vez que se autoriza un incremento de dichos impuestos especiales tiene, reiteró la gerente de la organización empresarial, una repercusión directa en la hostelería, principal canal de ventas de las bebidas espirituosas.