La Diputación de Ciudad Real ha firmado esta mañana un convenio con la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cruz de Ciudad Real mediante el que la institución provincial aporta a la citada entidad 5.000 euros que destinarán a la financiación de diversas acciones promocionales.
La representación de la institución provincial, desde la que se apoya a los sectores productivos ciudadrealeños a través del Área de Promoción Económica, ha corrido a cargo del presidente de la Corporación, Nemesio de Lara, acompañado por el vicepresidente José Fernando Sánchez-Bódalo, mientras que por parte de la Asociación Provincial de Fabricantes y Expendedores de Pan de Cruz de Ciudad Real ha firmado su presidente, Senén Buitrago Jiménez, quien ha agradecido, al igual que la secretaria de la asociación, Mari Ángeles Puebla Madrid, la sensibilidad que encuentran siempre en la Diputación.
A preguntas de De Lara, Buitrago ha asegurado que el consumo de pan de cruz y artesano ha experimentado un tímido aumento en detrimento del pan precocinado. Es el producto que menos cuesta de la cesta de la compra y en la actualidad se tira menos a la basura como de la crisis.
El pan de cruz se elabora en varias comarcas de la provincia desde tiempo inmemorial de forma artesanal y es originario del Campo de Calatrava. Se define como el pan formado por una pieza compacta y densa, de trigo candeal, bregado de miga dura y blanca, en forma de hogaza abombada, con corteza lisa, en cuya cara anterior lleva dos profundos cortes perpendiculares en forma de cruz, de la que toma su nombre.
El pan de cruz tiene forma redonda y aplastada, con corteza gruesa, suave y crujiente, de color dorado a castaño claro. La miga es de color blanco, de textura suave, esponjosa, consistente, con sabor intenso a cereales y apariencia de algodón.