Dos de los historiadores más reconocidos de la provincia de Ciudad Real, José María Barreda y Francisco Alía, han elogiado este jueves el libro de su colega solanero Fernando del Rey sobre la brutal violencia infligida por los republicanos a sus contrincantes en las zonas de retaguardia durante la Guerra Civil.
Han aplaudido la perspectiva micro utilizada por Del Rey en ‘Retaguardia roja: violencia y revolución en la Guerra Civil Española’, que ha permitido extrapolar a nivel nacional la dimensión de los hechos que el autor analiza en la provincia de Ciudad Real, donde fueron abatidas 2.300 personas desde que se produjo el alzamiento militar.
Han calificado de valiente la investigación por recoger los ataques y sus consecuencias de manera realista, y con nombres y apellidos de víctimas y victimarios, y han visto novedosa la aportación sobre que la violencia desplegada entre vecinos estuvo organizada por redes para limpiar selectivamente el territorio en un contexto bélico.
Así lo han expresado en la presentación del nuevo título de Del Rey en el antiguo casino de la capital, a la que han acudido decenas de personas.
“Rigurosa y novedosa”
Para el ex presidente de Castilla-La Mancha se trata de una obra “rigurosa y novedosa” de la que además se extraen esclarecedoras lecciones: “cuando se excluye al adversario y lo conviertes en enemigo, cuando utilizas las palabras como puños y cuando se produce la brutalización de la política, ocurre lo que lamentablemente sucedió en España a partir del detonante del golpe de Estado del 18 de julio”.
Desde ese momento, ha referido el también profesor de Historia Contemporánea de la UCLM, se desató un proceso revolucionario “con unas consecuencias verdaderamente impresionantes”, que es lo que Del Rey relata sin paliativos y de manera pormenorizada.
Desde el punto de vista ideológico, Barreda ha reconocido que el libro “desmonta muchos tópicos”, incluso puede generar “algún sarpullido” entre las personas de izquierda porque menciona con nombres y apellidos a los protagonistas de las “atrocidades y abyectos crímenes cometidos por algunos elementos republicanos”. “Fernando, ha agregado, no habla de términos genéricos, de derechas e izquierdas, del proletariado, de socialistas o fascistas, sino que nombra las identidades y explica aquello que ocurrió”.
El autor, para Barreda, “no es un juez”, sino “un historiador que hace lo que tiene que hacer, contar todo lo acontecido en un tiempo con rigor”. En este caso con la perspectiva “de que la violencia fue fruto de un plan sistemático para acabar con las personas de derechas, y no puntual e incontrolada”.
“Es un libro fascinante”, ha dicho, y lo ha recomendado “encarecidamente”.
“Importante y valiente”
Por su parte, el catedrático de Historia Contemporánea de la UCLM, Francisco Alía, también ha aplaudido la obra de Del Rey por su rigurosidad, y la ha calificado de “importante, novedosa y valiente”.
A su juicio, “hacía falta” este libro porque “viene a complementar muchos aspectos que teníamos olvidados”, dado que los historiadores han estudiado por mayor profusión la represión franquista “porque había más facilidades de las fuentes”.
Por el contrario, “ha atraído menos a los investigadores” el estudio de la violencia republicana “al no haber registro civil ni fuentes fiables”, pues casi todas “provenían del Franquismo”.
Alía ha celebrado la profundidad de los detalles que aporta Del Rey en unos hechos que circunscribe a la provincia de Ciudad Real, pero que “son válidos para cualquier parte del país”.
Concclusiones extrapolables
En esta línea, el propio autor ha señalado que las conclusiones de su libro, editado por Galaxya Gutemberg, “son extrapolables” a nivel nacional, dado que el objetivo de su investigación fue analizar un universo provincial en la España rural para llegar a conclusiones generales. “No es un estudio localista, pretende iluminar sobre la retaguardia republicana en su conjunto”.
Respecto al objeto del libro, ha indicado que “rompe un poco la interpretación tradicional de que fue una violencia de incontrolados y delincuentes”, sino que fue una violencia organizada en redes locales y comarcales para “limpiar selectivamente el territorio en un contexto de Guerra Civil y para detener al enemigo potencial”.
Cataluña
Por otro lado y a preguntas sobre si los Comités de Defensa de la República creados en Cataluña para contribuir al advenimiento de la república en esta comunidad podrína tener algún paralelismo –salvando las distancias temporales e históricas- con los creados al inicio de la Guerra Civil, Del Rey ha dicho que no tienen ninguna analogía.
“Han cogido el nombre del año 36 pero no tienen ningún paralelismo porque los de entonces pretendían inicialmente defender la República Democrática frente a un golpe militar, mientras que estos son comités de un movimiento político que tratan de tumbar la democracia española”.