La grave crisis sanitaria con motivo del COVID-19 “está siendo un auténtico desastre económico para nuestros hortelanos”.
Así lo dicen María Eugenia Díaz-Pacheco y Ángel Úbeda-Contreras, de la Asociación de Hortelanos de Herencia, que denuncian los perjuicios que sufre este sector por la prohibición de los mercados de venta ambulante, más conocidos como mercadillos, la salida natural a sus productos de primera necesidad.
También han visto paralizada la actividad en el campo, con algunas cosechas sin recoger o ya recolectadas sin la posibilidad de llegar al consumidor final, con las pérdidas de renta correspondientes y la presentación de ERTEs en el caso de empresas con trabajadores.
“Cómo pueden justificar que no van al campo y que tienen pérdidas del 75% para cobrar la ayuda por cese de actividad, si la mayoría están módulos?”, se ha preguntado Díaz-Pacheco.
Los portavoces de la asociación herenciana, que representa a más de una cuarentena de productores la “huerta centenaria” de esta localidad desde su constitución en 1994, recuerdan que las verduras y hortalizas “son plantadas de forma escalonada”, al igual que la recolección y la llegada al consumidor directo.
Por tanto, la prohibición ha provocado que “se dejen de plantar” y que se haya “paralizado de manera total la actividad en el campo”. Es más, “ya le han pasado el arado a los productos que no se van a recoger”, han señalado.
Con todo y aun reconociendo que “la situación sanitaria que ofrecemos en los mercadillos es mejor incluso que la que se pueda dar en los supermercados”, piden que se activen los canales de venta a domicilio como alternativa porque los mercadillos “sería llamar a la gente a que saliera de sus casas”. Así el agujero económico “no será más grande”.
En estos días los clientes podrán comprar hortalizas como pimientos, zanahorias, tomates, lechugas, cebollas, ajos, brócoli o patatas, además de frutas como las naranjas y mandarinas, fresas, manzanas, granadas o peras.
“Los productos del hortelano, han insistido, pasan directamente de la huerta al mercadillo”, mientras que en el supermercado “no sabemos quién los ha tocado antes y por cuantos manos han pasado en la cadena de distribución”.
Sin embargo, “tampoco queremos poner en riesgo a las personas”, ha señalado Díaz-Pacheco, y ha pedido a consumidores de sus productos de la localidad y la zona “que contacten con nosotros” para poder “servir con total seguridad los pedidos a domicilio”.
El número de contacto de la entidad es 926 57 30 62, donde se podrá contactar con sus representantes y asociados,
Los hortelanos herencianos son muy conocidos porque llevan sus productos a varias provincias castellano-manchegas y también a Madrid, donde dos asociados “trabajan” mercadillos de Leganés, Fuenlabrada, La Fortuna o Alcalá de Henares.
Todos, según sus portavoces, están inmersos en la incertidumbre, ahora con la tarea pendiente de “preparar la tierra para plantar tomate y pepino”. “No saben qué va pasar porque está todo suspendido”, han agregado.
Los espárragos se dejan en el campo
Por su parte, Jesús Bachiller de Marchamalo (Guadalajara), es otro de ejemplo de hortelano y frutero afectado por la prohibición de los mercados al aire libre.
“Trabajo en la venta ambulante y también llevo producto a Merca Madrid pero con el parón económico en la hostelería y en los mercados de calle, he tenido que dejar de cortar espárragos”, ha explicado.
Ha respaldado la venta de este tipo de alimentos frescos por internet y a domicilio, si bien ha recordado que la venta al aire libre “puede hacerse cumpliendo las medidas de manera estricta”.
Bachiller también se ha mostrado crítico con el comercio de frutas y verduras en las grandes cadenas, “que juegan en otra división, con ventaja al comprar directamente al sector primario, en perjuicio de los pequeños”.
“Intentamos no estar parados en el campo”, ahora “preparando las fincas para el pimiento y el tomate”, pero “con el problema de que no tenemos ingresos”.
Apoyos y precaución
Organizaciones como la COAG ha reclamado a las distintas administraciones, en especial a los ayuntamientos, la autorización de los mercados de venta directa y de productos agrarios, dado que según recuerdan el Real Decreto 463/2020 establece la necesidad de asegurar el abastecimiento alimentario.
El secretario regional de Coag, Ángel Galve, ha visto “incomprensible y discriminatorio” el veto a los mercados agrarios, y se ha mostrado a favor de estos mercadillos para que productores de fruta y verdura de temporada “no pierdan más”, ya lastrados por el cierre de comedores escolares al que muchos agricultores suministraban alimentos en distintas comunidades autónomas.
Ha señalado que “es un grave perjuicio· para los 25.000 de España, así como para los consumidores que optan por este canal de relación directa con los productores.
Upa también respaldan que haya “alternativa” para comercializar los canales cortos.
Desde Asaja, Florencio Rodríguez, secretario provincial en Ciudad Real, se ha mostrado más precavido y ha instado a todos los productores a contribuir a “garantizar los sistemas de control”, y aun reconociendo los perjuicios económicos para los hortelanos ha mostrado su deseo de “que sea una cuestión de días”.