Belén Rodríguez
Ciudad Real
Los procuradores del Colegio de Ciudad Real cerraron este martes las concentraciones contra la reforma de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, contra la que llevan protestando en los distintos partidos judiciales de la provincia desde primeros de noviembre. Un mes y medio de movilizaciones en toda España que la decana de Ciudad Real, Concha Lozano, valora por la unidad que ha demostrado el colectivo, aunque reconoce que no han servido de mucho.
En la recta final del año la ley, del Ministerio de Economía, sigue su tramitación y lo único que han conseguido es que se haya abierto el “diálogo, que no la negociación”, apostilla Lozano.
La concentración de hoy se celebró en el despacho que los procuradores tienen reservado en los juzgados de la capital y con ella se toman una pausa por las vacaciones navideñas, aunque no dejarán de luchar contra una reforma que incluye acabar con la incompatibilidad entre abogado y procurador, entre otros cambios que consideran perjudiciales tanto para el ejercicio de su oficio, la representación procesal, como para los ciudadanos.
Lozano admite que tienen esperanza en que “el Gobierno recapacite y acepte algún cambio. En el momento en el que lean todos los informes y alegaciones verán el problema tan grande que pueden crear”.
En enero y si no hay novedades los procuradores volverán a la carga, aunque se replantearán la forma que adoptarán las protestas, “probablemente ya no sean concentraciones”, explica Lozano.
“De aprobarse en los términos en los que se está tramitando el proyecto de Ley de Servicios Profesionales provocaría una pérdida de calidad en la justicia, a la vez que se perdería la especialización y la experiencia del procurador como técnico procesalista”, añade la decana.