Los regantes de aguas subterráneas de la Sierra de Altomira pretenden que la Confederación Hidrográfica del Guadiana autorice un incremento de las dotaciones para riego en la próxima campaña 2019, a lo que de entrada se opone la CHG, partidaria de prorrogar el régimen del año pasado.
Ambas propuestas se elevarán la semana que viene a la junta de gobierno del organismo de cuenca, en pleno proceso de planificación de los riegos asociados a aguas subterráneas para el año próximo.
En la reunión de la junta de explotación de los usuarios de esta masa, así como la de Lillo-Quintanar, y las masas de Mancha Occidental I y II, celebradas estos días, regantes y Confederación han consensuado una postura común: elevar la prórroga de la campaña del año anterior, marcada por las limitaciones que en el caso de Mancha Occidental establece la declaración de sobreexplotación del acuífero 23 de los años ochenta.
Un solo año húmedo no es suficiente
El argumento de la Confederación para no levantar la mano a las extracciones de agua subterránea vuelve a ser la bajada de los niveles piezométricos desde el hito de recuperación del año 2013. “Aunque se puede afirmar que ha cesado la acusada tendencia al descenso, no se ha revertido, a pesar de que se ha identificado el año hidrológico 2018 como un año húmedo”, informa la Confederación en un comunicado.
Tanto en la reunión de la junta de explotación de Sierra de Altomira y de Lillo-Quintanar, celebradas el martes en Ciudad Real bajo la presidencia del comisario Ángel Nieva, se han analizado la aplicación y el resultado de las medidas adoptadas durante 2018: instalación de caudalímetros, celebración de jornadas informativas y de concienciación a los usuarios dirigidas a una mejor gestión de los recursos hídricos, precintos de contadores y otros datos de interés.
Igualmente se ha propuesto elevar a la junta de gobierno el inicio de revisión de los programas de actuación, en base en las propuestas formuladas por estas comunidades de regantes, con objeto de mejorar la gestión del recurso y de alcanzar el buen estado cualitativo y cuantitativo del agua subterráneas.
La campaña de riegos relativa a embalses (menos importante que la de aguas subterráneas en el caso de Ciudad Real) se empezará a planificar a partir del mes de enero.