La presidenta de la comunidad de regantes del embalse de Torre de Abraham Mar Rodríguez pide a la Confederación Hidrográfica del Guadiana que deje de soltar agua al río Bullaque por uno de los aliviaderos, para mantener el caudal ecológico. Lo ve “innecesario” porque el río está recibiendo aportes de agua de hasta tres arroyos este mes “y el caudal ecológico no peligra”, asegura Rodríguez, no así las reservas del pantano, en uno de los niveles más bajos en décadas y solo al 8% de capacidad.
“Como la sigan devorando no habrá agua ni para beber este verano, menos para que al menos podamos darle un riego al cereal y a los leñosos”, afirma Rodríguez, que se ha dirigido por carta al presidente de la CHG Samuel Moraleda en varias ocasiones estas semanas para solicitarle una reunión.
El Bullaque recibe agua de tres arroyos
El río Bullaque, aguas abajo de la presa de Torre de Abraham, está recibiendo aportes desde octubre de los arroyos Tamujar, Baden Hondo y Piedralá, “sin embargo ni el río Bullaque ni el Milagro aportan agua a la presa aguas arriba, y encima la poca que tiene la siguen soltando”, se lamenta Rodríguez en declaraciones a Lanza en las que hace de portavoz del «malestar» de los regantes y agricultores de la comarca.
580 comuneros de Porzuna, El Robledo, Retuerta y Alcoba
La comunidad de regantes de Torre de Abraham está formada por unos 580 comuneros, agricultores de Porzuna, El Robledo, Retuerta del Bullaque y Alcoba de los Montes. Esta infraestructura, sobre todo desde su recrecimiento a finales de los años noventa, garantiza en años hidrológicos normales la puesta en regadío de 5.580 hectáreas, dividida en tres sectores de riego y unas 1.188 parcelas.
La concesión anual de agua para riego es de 33 hectómetros cúbicos, aunque en los últimos años no ha sido posible derivar ese volumen de agua a la agricultura. Desde 2020 el embalse de mayor capacidad de la provincia de Ciudad Real no levanta cabeza, si bien en esta última campaña se permitió a los regantes disponer de 17 hectómetros cúbicos.
Históricamente los cultivos de la zona eran patata, julia, alfalfa, veza, maíz, tomate, alguna plantación de melocotonero y perales. En la actualidad hay más diversidad, “se van incorporando avena, trigo, cebada y frutales, con los nuevos tiempos y circunstancias climáticas”, explican desde la comunidad.