Ruperto Mesa, presidente de la Federación de Regantes de Castilla-La Mancha y otros representantes de los usuarios del agua subterránea en el Alto Guadiana, piden medidas asumibles para conseguir el equilibrio de los acuíferos de la cuenca, a lo que, en su opinión, no se puede dar solución puesto que no hay datos reales. “No se conocen las reservas exactas de agua de los acuíferos, se debe establecer un equilibrio partiendo del conocimiento, tanto del agua disponible como de las demandas reales”.
Mesa, que ha convocado a los medios antes de asistir como público a la jornada sobre gestión de aguas subterráneas que se celebra este jueves en Ciudad Real, también ha criticado que no les hayan dejado participar en la jornada “mas que como oyentes”, y ha pedido autocrítica a la Confederación Hidrográfica del Guadiana, a la que achaca “fracasar e incumplir sus propias medidas ambientales”.
Escaso incumplimiento de la planificación hidrológica
“Llevamos tres ciclos de planificación hidrológica en la cuenca y casi cinco desde que se aprobó la directiva marco del agua y de todos esos planes no se ha cumplido más que un 2 o un 5% de las medidas”, ha subrayado.
El cambio climático y la «desaparición» del regadío
Respecto a cómo ven la merma del agua de los pozos y la falta de lluvia agravada por el cambio climático, asegura que “toda explotación conlleva la merma de un recurso si queremos que todo se mantenga en estado puro el regadío debe desaparecer, que sean valientes y lo digan. Desgraciadamente estamos en un periodo de sequía enorme, pero no se debe estigmatizar a los regantes como los únicos culpables”.
Reivindican “el servicio que el regadío le hace a la sociedad”
Mesa, que también preside la comunidad de usuarios de la masa de agua subterránea Rus-Valdelobos, una de las tres que conforman el antiguo acuífero 23 junto a Mancha Occidental I y II, ha insistido en que los regantes hacen “los esfuerzos posibles para optimizar recursos hasta la última gota, tenemos asesoramiento técnico para usar el recurso. Es de justicia que la sociedad vea el servicio que el regadío presta para proporcionar alimentos de calidad”.