Si en las últimas horas los empresarios agrícolas de Ciudad Real y Castilla-La Mancha habían alertado sobre la falta de mano de obra para la recolección de la aceituna –una demanda también realizada en otras campañas como la poda o la vendimia-, los sindicatos ciudarrealeños acusan esta falta de personal en el campo a las “malas” condiciones que sufren los trabajadores del sector.
El secretario general de CCOO, José Manuel Muñoz, ha asegurado que los alrededor de 13.000 temporeros (entre los 7.000 fijos y los 6.000 que se contratan en distintas recolecciones) de la provincia de Ciudad Real se enfrentan “a duras jornadas de trabajo” y sufren “mucha precariedad y temporalidad”.
De la misma manera, el reparto de la rentabilidad que obtienen “los terratenientes no es equitativo”, por lo que ha insistido en que las ayudas de la PAC “deberían estar supeditadas al cumplimiento laboral que los empresarios tengan con los trabajadores”.
Sobre la petición por parte de las organizaciones agrícolas de activar contingentes para atraer mano de obra extranjera, Muñoz ha señalado que es “paradójico” porque “no es un sector serio, con trabajo estable, seguro y digno”.
Por ello, la falta de temporeros, en su opinión, se debe “a las condiciones que les ofrecen”, y ha aconsejado a los empresarios agrícolas que “hagan una lectura hacia dentro y piensen por qué no encuentran a gente que acceda a lo que les proponen”.
En la misma tesitura se ha expresado Juan Jiménez, líder ciudarrealeño de UGT, quien ha reconocido que según los datos de las tasas de empleo “sí hay mano de obra”, aunque “el problema” es el tipo de contratación en el campo, “precario y con deficiencias”.
No se ha mostrado en contra de los contingentes, si bien ha advertido de que se opondrán si “esconden otros problemas subterráneos y buscan mano más barata”.
El convenio colectivo del Campo de la provincia de Ciudad Real alcanzado por CCOO Industria, UGT y Asaja, se cerró el pasado septiembre, con carácter retroactivo al 1 de enero de 2018 y hasta el 31 de diciembre de 2020, con una subida salarial del 2% para cada uno de los tres años de vigencia, y una clausula de revisión que garantice la ganancia de poder adquisitivo independientemente del IPC.