Los efectos del coronavirus están comenzando a desbordar a los tanatorios de la provincia, en especial los de la zona de La Mancha, en Tomelloso y Alcázar de San Juan, en Valdepeñas y en Ciudad Real, trabajando casi al máximo de su rendimiento.
Durante la semana pasada el Tanatorio Virgen de las Viñas de Tomelloso se encontró al borde del colapso. “Una situación crítica en la que no paraban de registrarse fallecimientos”, la mayoría procedentes de la Residencia Elder, en donde hasta el momento se han registrado 15 muertes y hay más de una treintena de positivos por COVID-19.
Desde el tanatorio de Tomelloso ven con preocupación la evolución de casos durante esta semana que comienza y espera poder hacer frente a todo lo que desgraciadamente vendrá. “Para las familias está siendo muy duro el no poder despedirse de sus seres queridos, y para nosotros también es muy difícil gestionar esta dura situación”.
En este sentido los representantes de tanatorios consultados por este medio de comunicación coinciden en que la mayoría de las familias están, dentro de su dolor y pena, entendiendo una situación que no es fácil y para la que nadie está preparado psicológicamente.
Protocolo
El protocolo de las funerarias es muy estricto si el fallecido ha sido víctima del coronavirus. El cuerpo debe ser introducido por los sanitarios o por los empleados de la residencia en la que fallezca en un sudario estanco que impide cualquier fuga. El ataúd además se pulveriza con una disolución de agua y lejía para eliminar cualquier resto del virus. Además, está prohibido hacer autopsias o recoger muestras del cuerpo y las personas que lo manipulen deben llevar puesto en todo momento un traje especial que les aísle. El féretro se mete en cámaras frigoríficas aisladas del resto hasta la incineración o la inhumación.
Velatorios
En este sentido, la Asociación de Funerarios de Ciudad Real podría anunciar hoy la suspensión total de los velatorios. La Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha permite un velatorio con un máximo de diez personas y medidas de protección. Sin embargo para los tanatorios es muy complicado garantizar estas medidas de seguridad y ha optado por seguir el ejemplo de otras comunidades autónomas como Andalucía, Madrid y Castilla y León, donde se han suspendido los velatorios.
“Preferimos pasarnos de precavidos a que un futuro nos digan que ya nos avisaron”, afirman desde el Tanatorio Alfonso X de Ciudad Real, donde confirman que la situación es muy complicada, un “caos” que podría ir a peor en los próximos días. Todavía tienen margen de maniobra, pero cada vez menos. No es como en Madrid, explican, desde donde les han solicitado la posibilidad de incinerar fallecidos en esta región al no dar abasto. “Mientras podamos ayudar lo haremos, y ojalá no lleguemos a la situación de Italia, con camiones del ejército cargado de féretros”.
En este sentido detallan que cuentan con 12 cámaras y ocho túmulos que les permitirían conservar a doce fallecidos, pero esperan no tener que emplearlos todos ante un incremento de fallecimientos en las próximas fechas.
Dadas las circunstancias, desde Sanidad han levantado el requisito de tener que esperar 24 horas para el enterramiento o incineración. En este sentido, como explican desde el tanatorio ciudadrealeño se tratan de aligerar los procesos. Con las máximas medidas de seguridad posibles, recogen al fallecido de la morgue del hospital y los trasladan directamente al cementerio para su inhumación, o al crematorio.
En este sentido, lamentan falta de coordinación para agilizar los distintos trámites, como una rápida certificación del fallecimiento. “Entendemos que esta situación nos desborda a todos, pero tenemos que intentar dar facilidades a los servicios esenciales”.
Material
Como en los restantes sectores, los servicios funerarios también andan justos de material, en especial el dedicado a mantener la seguridad sanitaria de los trabajadores. Pero por el momento, en la mayor parte de los casos, disponen del esencial. En cuanto a sudarios estancos podría existir un déficit si la situación se agrave en extremo y se alarga demasiado en el tiempo. El tanatorio de Tomelloso ha entregado parte de su stock de sudarios estancos al hospital y ha mantenido una parte en el almacén, aunque añade que, por esta parte, no crean que vayan a tener problemas gracias a la solidaridad de compañeros de otros municipios donde el coronavirus no ha golpeado tan fuerte.
En la otra punta de la provincia, en el Tanatorio de La Estrella de Almadén la situación está de momento tranquila. Aunque sólo han tenido que atender un caso confirmado de coronavirus, están tratando la mayoría de decesos como si padecieran la enfermedad, extremando las precauciones para evitar que se extienda esta patología. Respecto a material la “cosa va apretada” y están desinfectando y reutilizando mascarillas, ante la posibilidad de que en un futuro puedan escasear. Es una situación dura para todos, familias, trabajadores, sociedad en general, pero hay que ser serios para que todo esto termine lo antes posible.
Por último, concluyen los responsables de tanatorios, “estamos siguiendo las recomendaciones de Sanidad, por el bien de todos”.
