J. Y.
Ciudad Real
El presidente de la Federación del Transporte por Carretera de Castilla-La Mancha, Carlos Marín, rechazó los nuevos gravámenes fiscales sobre los biocombustibles, por ser perjudiciales para el sector “ya lastrado por la caída de actividad y por el coste de los carburantes que supone el 39%”.
No obstante, Marín se mostró positivo ante el año económico que se abre porque “parece que hay cierto movimiento en los camiones frigoríficos (que transportan productos perecederos) de Almería y Murcia y también en las exportaciones”.
El también presidente de la asociación provincial de transportistas vaticinó cierta recuperación de actividad para estos profesionales, sobre todo a partir del verano, tras la “reestructuración y reordenamiento” del sector durante la crisis que ha provocado el cierre de un 18 por ciento de pequeñas empresas.
No obstante, denunció los altos costes empresariales a los que han de hacer frente y “que no podemos repercutir en los clientes” como es la nueva fiscalidad, que equipara los impuestos que pagan los biocombustibles (dejaron de estar exentos de impuestos el pasado 1 de enero) a los gasóleos y gasolinas, “lo que encarecerá nuestro principal coste”.
Precisamente, a nivel nacional la Federación de Asociaciones de Transportistas de España (Fenadismer) y la Federación Española Empresarial de Transporte de Viajeros (Asintra) criticaron estos impuestos sobre biocombustibles, que tributan igual que el resto de combustibles de automoción.
Marín recordó que la devolución del recargo autonómico del céntimo sanitario (en concreto hasta 4,8 céntimos por litro) a los transportistas profesionales de Castilla-La Mancha “fue una bocanada de aire fresco”, un ingreso que se volverá a ver disminuido con el nuevo cambio fiscal.
Por ello, dijo que el colectivo espera que la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) investigue “cómo se acuerdan los precios” de los combustibles , al igual que “está inspeccionando posibles prácticas anticompetitivas en el mercado del transporte frigorífico de mercancías por carretera”.
Agregó, en este sentido, que “aunque se supone que hay un mercado libre, hay un monopolio de varias operadoras que fijan los precios”.