El pasado miércoles, 31 de octubre de 2018, se cumplían 40 años de aquel 31 de octubre de 1978 cuando el Congreso de los Diputados y el Senado, elegidos el 15 de junio del año anterior, en lo que fueron las primeras elecciones democráticas tras la dictadura, ratificaron la nueva Constitución Española, fruto del acuerdo entre las fuerzas políticas presentes en las dos cámaras tras el trabajo de los siete llamados “padres de la Constitución” durante más de un año.
Ciudad Real, como el resto del territorio nacional, se aprestaba a vivir la Transición hacia un sistema democrático completo que debía tener su refrendo popular en el referéndum que se celebró algo más de un mes después, el 6 de diciembre.
Al día siguiente de la sesión de las dos cámaras, la prensa recogía el resultado de las votaciones. En el Congreso, fueron 328 síes, 8 noes y 14 abstenciones. En el Senado, la cuenta fue de 228 síes, 5 noes y 8 abstenciones.
Entre los que aprobaron la Constitución, se encontraban los primeros cinco diputados que representaban a la provincia -3 de UCD y 2 del PSOE- y los tres senadores por esta circunscripción -2 de UCD y 1 del PSOE-.
La representación política de la provincia en la que sería la legislatura constituyente la ocuparon en el Congreso, por UCD, Blas Camacho Zancada, quien, posteriormente, en el PP, sería un factótum de la derecha ciudadrealeña durante décadas; Antonio López-Casero García y Pedro Muñoz Arias, cuya trayectoria política tuvo luego un corto recorrido.
Por el PSOE, la representación corrió a cargo de Miguel Ángel Martínez, entonces secretario regional de los socialistas, numerosos años en el Congreso y que acabó su carrera política como vicepresidente del Parlamento Europeo; y Manuel Marín, fallecido el 4 de diciembre de 2017, dos días antes del 39 aniversario del referéndum constitucional, que fue el negociador de la entrada de España en la Unión Europea, vicepresidente de la Comisión Europea, posteriormente, y presidente del Congreso a su regreso a España.
Los senadores fueron el abogado Carlos Calatayud y José López Pacios por UCD y Rogelio Borrás y Cipriano Morales, por el PSOE.
Tranquilidad
Atendiendo a su reflejo en la prensa de entonces, la aprobación de la Constitución se asumió con tranquilidad en la provincia.
Y el tiempo de espera hasta el referéndum, que fue convocado por el Consejo de Ministros en su reunión del 4 de noviembre, se vivió con normalidad.
En estos primeros días, hasta la convocatoria de la consulta, solo se recogía un acto de UCD, con Blas Camacho, en Manzanares, en el que decía que este partido, desparecido apenas cuatro años después, sería “el más numeroso y de mayor peso específico”.
El otro acto tenía un carácter sindical, la presencia en un acto público en Alcázar de San Juan del carismático líder de CCOO Marcelino Camacho, ataría a representantes sindicales y trabajadores, uno de los sectores que más empujaban para la recuperación de los derechos con la llegada de la Constitución.
El Rey en Ciudad Real
El Rey Juan Carlos I, al que la historia reconoce como uno de los principales impulsores del cambio democrático en España, visitaba la provincia el domingo antes a la aprobación de la Constitución, concretamente se trasladaba a Villamayor a practicar una de las aficiones más reconocidas, la caza.
No sería ésta la última vez que visitara la provincia para practicar la caza por parte del Rey. La provincia de Ciudad Real, especialmente la zona del Campo de Montiel y Viso del Marqués, han sido lugares a os que se ha trasladado en numerosas ocasiones con ese fin.
Tras esta visita de ocio y placer, para días después, 8 y 9 de noviembre, se anunciaba una nueva visita, esta vez oficial y acompañado de la Reina Sofia, que tendría como destinos Ciudad Real capital, Puertollano y Almagro.
Además de la visita real, para estos primeros días de noviembre, también se anuncia el decreto que publicaría el Boletín Oficial del Estado (BOE), donde se pondría en marcha el proceso autonómico en regiones como Castilla-La Mancha.
Vida cultural
La vida cultural, salpicada de algún conflicto mínimo, llenaba la “Ciudad Real oficial” de aquellos días. El escultor de la capital, Joaquín García Donaire exponía en Madrid y el autor Eusebio Goicoechea presenta en la capital el libro “La Mancha de Don Quijote”.
El quinteto de viento “Sánchez Maroto”, de Manzanares actuaba en la Casa de Cultura de la capital y sus vecinos celebraban el Día de Todos los Santos de aquel año.
Provincia
En Villamayor, los vecinos se preguntaban quién había sido el osado que había vallado “El Tesoro”, una sierra cercana a la población, medida contra la que la mayoría de los vecinos están en desacuerdo.
En Almadén, se iniciaba el arreglo de las calles del pueblo y la construcción de nueva Casa de Cultura para la población, mientras en Puertollano, los pensionistas y jubilados protestaban por la actuación del presidente de la asociación que les agrupaba entonces.
Frente a la vorágine que se vivía en España, en Ciudad Real, según recogía la prensa de entonces, la cosa parecía que iba por otro lado. Gran presencia de información cultural sobre los tópicos de la tierra, gran despliegue de sucesos nacionales e internacionales y restos del pasado cercano todavía no eliminados.
En portada aparecía una manifestación de Fuerza Nueva, que juntaba a 300.000 personas contra el cambio político y había gran preocupación por el conflicto territorial que entonces vivían Tanzania y Uganda. Algunos artículos de opinión se centraban en la repercusión que tenían las relaciones entre las grandes potencias –EEUU, URSS –entonces- y China.