Los veterinarios son mucho más que los cuidadores de las mascotas y animales de compañía. Eso solo es la punta del iceberg de la inmensa labor que realizan estos profesionales que son una pieza fundamental en la garantía de la salud pública. Así lo defiende el presidente del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real, José Ramón Caballero, quien destaca que el trabajo del veterinario, como sanitario que es, llega hasta multitud de puntos, muchos de ellos desconocidos por gran parte de la sociedad.
Caballero lamenta esta invisibilidad y destaca la labor preventiva que desarrolla el colectivo y que contribuye en evitar la enfermedad entre la población humana. Este trabajo se plasma en numerosos niveles. El más conocido por la sociedad es el realizado en los centros veterinarios de animales de compañía y mascotas. “Estamos ahí previniendo enfermedades, vacunando de rabia, desparasitando de leishmania… y asesoramos al propietario de todo lo que tiene que hacer con la mascota, no sólo desde el punto de vista sanitario, sino también desde el punto de vista del bienestar del animal”.
Ante esta labor, el Colegio de Veterinarios siempre solicita que estos centros, “porque es la realidad”, sean considerados como centros sanitarios. “Están muy bien equipados y preparados para solucionar cualquier problema y también para prevenir”.
Sin embargo más allá de esta labor en los centros veterinarios, el colectivo “es bastante invisible en muchos otros aspectos en los cuales también somos muy importantes”. Por ejemplo Caballero destaca la presencia del veterinario en las explotaciones ganaderas desde donde se proporcionan a la sociedad alimentos de origen animal. “Nosotros nos encargamos de que esos animales no sólo tengan las mejores condiciones de salud, sino que además tengan las mejores condiciones de bienestar para que las producciones sean las mejores, tanto desde el punto de vista objetivo como desde el punto de vista subjetivo”.
En este sentido el veterinario de las explotaciones ganaderas es una figura reconocida por la legislación que vela por el cumplimiento de una importante normativa, extensa y a veces dificultosa de llevar a cabo en la que asesora al ganadero en el mejor desarrollo de su explotación y para que sus animales ofrezcan el máximo rendimiento.
En la misma línea, Caballero subraya que el veterinario también se encarga de “controlar y vigilar que ese alimento vaya con la mejor calidad a la industria de transformación y después allí otro veterinario controla la calidad de la producción y en los mataderos se ocupa además del bienestar del animal”.
También “invisible” es su trabajo en la protección del medio ambiente. “Nos encargamos de vigilar a la fauna silvestre para que tenga las mejores condiciones, no solo de mejora genética, sino también de alimentación si es que la necesita, así como del propio medio natural en el que se mueve”. Del mismo modo el veterinario también cumple su función en la actividad cinegética para garantizar las condiciones sanitarias del producto a comercializar.
Insiste el presidente de la institución colegial en su lamento por la “invisibilidad” de la profesión. “Muchas veces la administración no nos hace caso suficiente y no cuenta con nosotros en muchos temas en los que podríamos haber colaborado, como por ejemplo durante la pandemia, o también en otros temas como el de bienestar animal con las nuevas normativas”.
Caballero afirma que siempre ha dicho que “el veterinario hace una labor de bienestar social, porque aseguramos los alimentos a la población y además aseguramos la sanidad de los animales que conviven con la población y así, de esa manera, la sanidad de la población”. Por este motivo reivindica la labor del colectivo, que se pone a disposición de la administración para que cualquier asunto que necesite. “Nosotros ahí estaremos apoyando y asesorando para que se cumplan las normativas y todo redunde en una mejora de la salud pública, nuestro objetivo principal como sanitarios”.
Prevención
El presidente del Colegio de Veterinarios resalta la labor de vigilancia, prevención y profilaxis que desarrollan y que ahorra mucho al sistema sanitario y a la sociedad. “Nosotros prevenimos con acciones, por eso reivindicamos tanto las vacunaciones obligatorias, como la de la rabia, y que los propietarios de animales de compañía la cumplan, y por eso reivindicamos tanto los sistemas de identificación, que están normalizados y que son los que nos permiten la trazabilidad, la continuidad de los productos y de la producción, e incluso de los animales para saber en cada momento dónde están para poder localizar los problemas”.
Los veterinarios se encargan de controlar las producciones desde el origen de los animales y hasta el destino, el consumidor. “Por eso luego comemos las cosas con mucha tranquilidad, pero esa tranquilidad la da el que por detrás el profesional veterinario está vigilando que todo se haga de una forma adecuada”, manifiesta Caballero.
En la búsqueda de la excelencia, desde el Colegio de Veterinarios de Ciudad Real se promociona la continua mejora de la profesionalización y la formación. La organización colegial pone al servicio de todos sus colegiados cursos, jornadas y congresos para que sigan mejorando en su especialización. “Queremos ahondar en la especialización del profesional para que después el consumidor encuentre al mejor profesional para cada uno de los temas que necesita”.
“Estamos al servicio de la sociedad, de la administración, y nuestra labor es continuada, no acaba hoy, sigue y seguirá, y el objetivo es que el siguiente profesional que venga sea mejor que el que ahora nos ha atendido. Y poco a poco seguir mejorando la convivencia del animal con las personas, el entendimiento del bienestar animal y también de la salud de los animales y de la salud pública a través de evitar estas enfermedades comunes que tenemos con los animales”.
Respecto a este 2022 de incertidumbre, Caballero explica que los veterinarios, como profesionales libres, no son ajenos a todas las incidencias que puedan surgir. Sin embargo, pese a las complicaciones el compromiso de la profesión es firme para cumplir todas sus funciones y seguir vigilantes en la salud animal y la salud pública.