J. C. Chinchilla
Ciudad Real
Alcalde de Luciana desde 2011, Dionisio Vicente trabaja para buscar todo tipo de soluciones que permitan a esta pequeña localidad de Montes Norte mantener población y evitar que los jóvenes emigren en busca de oportunidades laborales. Aboga por reivindicar el sector primario como punto de partida para generar riqueza, así como aprovechar todos los rincones de un municipio que cuenta con un entorno natural maravilloso. Su próximo reto es la creación de una vivienda tutelada.
PREGUNTA.- Es alcalde de Luciana desde 2011. ¿Cómo lo lleva, tenía ilusión en ser alcalde?
R- No es algo que me planteara. Siempre he sido afín al PSOE. Era de alguna forma colaborador y ayudaba en lo que podía. En 2011 me llego la solicitud por parte de los compañeros, porque la persona que estaba gobernando por diferentes razones no iba a continuar. Entonces me propusieron que siguiera yo. Había que tirar del carro y como tenía ganas de hacer algo por el pueblo me motivé a lanzarme a la aventura
P.- Luciana es un pueblo pequeño, pero con encanto. ¿Cómo lo vende al mundo?
R.- Ojalá pudiéramos venderlo mejor, nos cuesta mucho. Efectivamente, como dices, es un pueblo pequeño con encanto. No tenemos un patrimonio arquitectónico excesivamente importante, pero sí que tenemos un entorno privilegiado, en la desembocadura del Bullaque con el Guadiana. El pueblo vive al lado del río, con más de 30 kilómetros de ribera del Guadiana. Nuestra zona cuenta con numerosas protecciones medioambientales y a la hora del fomento turístico que podemos hacer siempre intentamos que sea lo más sostenible y cuidadoso con nuestro entorno. Intento siempre buscar salidas que tengan mucho que ver con ese turismo medioambiental, que creo adecuado y de gran calidad, pero al ser un pueblo pequeño nos cuesta mucho. El hándicap contra el que luchamos es el desconocimiento. Somos una localidad muy desconocida incluso en la provincia. Pero luego los que nos conocen se hacen en fijos, porque es un entorno atractivo y cautiva.
P.- Adentrándonos en el Ayuntamiento, ¿en qué situación económica se encuentra?
R.- Luciana no tiene ningún tipo de deuda y cuenta con un remanente importante respecto a nuestro presupuesto. El problema ha sido que, con las leyes puestas en marcha durante la legislatura pasada, no tenemos la posibilidad de utilizar nuestros recursos porque el Ministerio de Hacienda no nos deja. También es verdad que los anteriores cuatro años pasamos una situación muy complicada porque prácticamente no se nos dejaba respirar. Prácticamente estuvimos olvidados, no se nos atendía desde la Junta y no podíamos utilizar nuestros recursos para atender nuestra problemática, como en empleo. Han sido cuatro años de aguantar la respiración al máximo, tratar de mantener los recursos que teníamos y aguantar el tipo, intentando dar a los vecinos los mejores servicios dentro de nuestras posibilidades y luchar para que no nos quitaran servicios. En Luciana teníamos la escuela en la cuerda floja y el consultorio sufrió mermas en su servicio. Menos mal que se han mantenido, porque en entornos rurales cerrar servicios es decir a los jóvenes que se vayan del pueblo.
P.- Con casi 400 vecinos, ¿cómo lleva Luciana el despoblamiento?
R.- Luciana cuenta con un porcentaje muy elevado de población mayor y un porcentaje reducido de población joven que, evidentemente, tiene que buscarse por vida. Por desgracia los ayuntamientos no podemos resolver todos los problemas de desempleo. Y eso que lo hemos intentado por todos los medios. También es verdad que la situación de despoblamiento se está dilatando porque también hay poco trabajo fuera y en casa siempre hay recursos para mantenerse. Cuando hubo un boom como el de la construcción mucha gente emigró. Ahora, en el momento que empiece a cambiar la situación, volveremos a sufrir ese abandono, ese no estar físicamente en el pueblo, porque emocionalmente toda la gente sigue muy arraigada en el pueblo. En este sentido luchamos mucho para que el desarraigo no vaya a más.
P.- Algunas de sus últimas peticiones a la Diputación son ayudas para la red de abastecimiento y la red de caminos. ¿En qué estado se encuentran?
R.- En nuestro caso la red de abastecimiento de agua potable necesitaba ciertas mejoras importantes. Nosotros hacemos una gestión directa del servicio de agua, lo que nos hace tener unas tasas más reducidas, pero gestionar toda la red ha generado que se haya quedado anticuada porque al final todos los recursos son limitados. Hasta 2011 había ayudas para obras hidráulicas, conveniadas entre Junta y Diputación. Desde entonces hemos podido dedicar pocos recursos. Por eso hemos realizado esa petición extraordinaria a Diputación, que también hemos hecho extensiva a nuestros caminos rurales. El problema es que somos un pueblo pequeño con un término muy
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grande y una red de caminos importante. Es imposible para el Ayuntamiento mantenerla al día, por eso necesitamos ayuda.
P.- ¿Cree que Luciana cuenta con todos los servicios que merece? ¿Trabajan en implantar alguno nuevo?
R.- Siempre hay infraestructuras que queremos. Creo que, dentro de que somos una población pequeña, tenemos bastantes cosas. Muchas hay que ir renovándolas, porque tienen cierta antigüedad, y siempre estamos intentando conseguir algo más. Ahora nuestro objetivo es una vivienda tutelada. Hemos visto la posibilidad de reorganizar unos espacios públicos y conseguir un lugar para esa vivienda. Analizando los pros y los contras, consideramos que es un servicio importante para nuestros mayores y que además puede generar empleo estable y consolidar que familias se queden en el pueblo.
P.- Como ha comentado, Luciana cuenta con un entorno privilegiado, en gran parte por los ríos Bullaque y Guadiana. ¿En qué estado se encuentran?
R.- Como casi todos los veranos están en una situación compleja. Es difícil encontrar el equilibrio para contentar a todos entre el caudal ecológico, los regantes, la Confederación… El verano es una época en la que viene mucha gente al pueblo y los ríos son un factor que atrae turismo, por lo que nos preocupa bastante la situación en la que puedan estar. En Luciana llega la aportación del Bullaque y no se nota tanto como en Puebla de don Rodrigo, donde los efectos son más notorios, como la muerte de peces. Y ahí estamos, peleando con la Confederación para que se mantenga en condiciones.
P.- ¿Qué fuentes de riqueza puede potenciar Luciana para genera actividad y empleo?
R.- En Luciana la situación es complicada. Dentro de lo malo o bueno, no está volcado al cien por cien en ningún sector, tiene un poquito de todo. Yo estoy un poco obsesionado con aprovechar los recursos que tenemos, porque creo que, por las situaciones que sean, no lo estamos haciendo al máximo. El sector primario es fundamental. Sabemos que no está en su mejor momento, pero al final es lo que tenemos en los pueblos. Hay que intentar recuperar en la medida que se pueda eso. El problema es que eso no genera empleo rápidamente. En Luciana hemos intentado poner en marcha ciertas medidas, como un Banco de Tierras, que han tenido incluso más notoriedad fuera de nuestro entorno que en el propio pueblo. Era bastante novedoso, pero el inconveniente es que los beneficios tardan en llegar y la gente necesita su ingreso cada mes. Tenemos recursos forestales que queremos empezar a gestionar nosotros. Iniciamos un proceso para poder gestionar un monte público que tenemos consorciado con la Junta. En este caso es una finca de 1.000 hectáreas forestales que no se están trabajando y creemos que puede generar empleo. También habría que abordar el sector apícola, que tiene tradición en Luciana pero se ha ido perdiendo. Todo eso son pequeñas medidas que pueden ir generando actividad en el pueblo.
P.- La N-430, que pasa por Luciana, siempre está en el ojo del huracán por los accidentes de tráfico. ¿Cómo considera que esta esta carretera?
R.- Llevamos tiempo protestando porque tenemos una “zona negra” que venimos sufriendo mucho tiempo, en la que se están generando muchos accidentes, pero también mucha inquietud en la población. Al final todos la utilizamos y todos conscientes del peligro que tiene. No solo por las condiciones en las que se encuentra, sino por como está planteada la carretera. Y por eso desde la plataforma de los municipios afectados luchamos para que se tomen cartas en el asunto.
Pedimos medidas en cuanto a estudiar variantes para las distintas zonas peligrosas. Entre Luciana y Puebla tenemos una zona en la que hay accidentes muy a menudo y casi siempre con resultados muy graves. Todavía gente muy presente el accidente del retén de Geacam, que fue tan brutal.