El artista polifacético Luis Manuel Ruiz, nacido en Huelva y muy vinculado a Valdepeñas desde hace diez años, desde que vino a la ciudad en la que “me fui quedando”, quien es conocido como “El hombre en las nubes”, ha declarado en una entrevista concedida a Lanza que no entiende la vida sin crear y que “Valdepeñas me pone en disposición para crear”.
Explica que “Valdepeñas es un lugar de respiro en el camino entre mis ciudades de referencia. Soy de Huelva con familia en Cádiz, mi pareja está en País Vasco y viajo mucho a Madrid por mi trabajo. Valdepeñas es un sitio en el que estoy a gusto. Cuando uno va y viene, en el camino se entretiene, y Valdepeñas es un lugar perfecto para detenerse, con grandes escultores y pintores”.
“Valdepeñas es como una sala de ensayo. Saco aquí mis proyectos y vemos cómo funcionan. El público de aquí es muy agradecido. Se vive bien. Es un sitio tranquilo. Valdepeñas me da un punto cultural. Estos paisajes te ponen en disposición para crear”.

Ruiz es cantautor, compositor para grandes artistas, escritor de relatos, pintor y escultor. Ha compuesto canciones para Sergio Dalma, Fran Perea, Antonio José, Cristian Castro, Bertín Osborne, Rosa López, Dyango, Kiko y Sara, entre otros.
“Comencé haciendo canciones para Sergio Dalma. Me apadrinaron Miguel Gallardo y Manolo Tena”. “Es muy chulo que interpreten tus canciones, pero como lo llevo disfrutando desde que tenía 30 años, pues es algo ya cotidiano. Hay canciones que tienen 25 años y siguen sonando”.
Luis Manuel Ruiz es también un destacado representante del Arte Povera, un estilo que utiliza materiales humildes y reciclados para crear esculturas que transmiten un fuerte mensaje de sostenibilidad y conexión con la naturaleza. Así su obra está profundamente vinculada con la protección del medio ambiente.

“Recojo trastos viejos y piezas de hierro y madera. Donde unos ven basura, otros vemos cultura. Yo intento resucitar esas cosas, como hacen también otras personas. No soy un innovador. Reciclo cosas para ofrecerlas como obras de arte. También pinto cuadros, hago dibujos”.
El 15 de junio expondrá en Madrid, en el Auditorio Paco de Lucía, situado en el Distrito Latina, donde también ofrecerá un concierto.
Actualmente tiene una exposición en el bar Ti Piace de Valdepeñas, situado en la calle Caldereros, titulada “Guerra o paz”, y tiene intención de seguir exponiendo en este lugar y ofrecer recitales una vez al mes los jueves a partir de las 20:30 horas.
Ha adelantado que en verano desarrollará un proyecto del que informará próximamente. “El verano viene cargado de música, de kilómetros y de arte”.

El 6 de noviembre también inaugurará otra exposición de pintura y escultura en el Centro Cultural “La Confianza”, de Valdepeñas, donde también actuará.
Asimismo, ha expuesto en el Restaurante “La Venta del Comendador”, donde tiene una exposición fija de “El hombre en las nubes”. “Fue uno de los primeros sitios en los que estuve en Valdepeñas y agradezco el trato que siempre me dan”.
En otras localidades ha expuesto en el Museo Cristina García Rodero de Puertollano, en Tomelloso, en la Escuela de Arte de Ciudad Real y en diversos puntos de España como Madrid o Segovia, siempre con muy buena acogida.

Entre sus trabajos artísticos tiene una colección de barcos hechos con material reciclado, “En un mar de La Mancha”, otra colección titulada “La primavera de las cosas”, también de material reciclado, basada en piezas de mecánica a las que parece dar vida y otras son “Guerra o paz”, “Reciclado” y “Sola”.
Ruiz está dando a conocer su trabajo a museos a nivel nacional, a ayuntamientos y Diputaciones, con el fin de darse a conocer y seguir realizando exposiciones y conciertos.

Faceta musical
Además, sus composiciones musicales reflejan su compromiso con la preservación de nuestro planeta, abordando temas como el cambio climático, la importancia de la biodiversidad y la conciencia ambiental. Así es por ejemplo la canción “Ya no somos dinosaurios como antes”, de concienciación medio ambiental, en la que ha contado con la colaboración de alumnos del Colegio Lucero de Valdepeñas.
También está concienciado con otros temas. Ha hecho una canción sobre el Alzheimer, “Por si la vida se me olvida”.
“A mis 60 años me siento muy afortunado. La vida me ha tratado bien. Me ha permitido vivir de lo que pienso y de lo que hago”.
“Yo hago canciones y, cuando acabo, suelo tener todo lleno de recortes y quería aprovecharlos para hacer otras cosas, obras de arte”.
“Considero que toda la raíz de mi árbol es la escritura, tanto en relatos como en canciones”.

Apunta que “me gusta sentir que estoy dejando en este universo algo nuevo o digno de embellecer más el mundo o hasta de estorbar en una pared, pero el caso es hacer algo. No entiendo la vida sin crear”.
Explica que “soy un hombre que con 14 años cogió una guitarra, empezó a hacer canciones y, a día de hoy, no he tenido tiempo de rendirme. Sigo trabajando. He hecho canciones para muchos artistas reconocidos a nivel internacional y ahora estoy cómodo con mis experiencias. La gente se emociona con mis canciones y mis cosas. Como una canción a veces no parece tener un plano físico, porque es algo que viene y se va, que se oye, se recuerda, quizás en esa ansia de permanecer, de ser más tangible, me puse a pintar y a aprovechar cosas para hacer esculturas. Habrá más de 1.000 obras mías. Queremos exponer esta obra y venderla”.
“Aunque también a la hora de vender hay que pensar que las canciones se interpretan, no se van para siempre. Pero con las obras es diferente”.
Ha declarado que “a mí me parió mi madre y dijo ahí va eso. Y yo dije, voy a ser músico, escultor, pintor, cantante… A uno le dan un arco y una flecha, pero no vale solo con eso. Luego tiene que ir a cazar. Yo he tenido la suerte de ser valiente. Creo que todos los seres humanos somos iguales. Lo que yo puedo hacer lo puede hacer cualquiera, pero hay que tener la valentía de hacerlo y trabajar por ello, de pelear con el mundo”.
Añade, “yo soy una persona profundamente orgullosa en el sentido positivo. Intento llenar el mundo de cosas nuevas y respetando los espacios, la belleza y lo que considero bonito, limpio y ordenado y la gente tiene en sus manos el hecho de darle valor a mis cosas. Yo soy super feliz simplemente haciéndolo”.
Ruiz afirma que busca generar un impacto positivo tanto en su comunidad como a nivel global.

Defensor del arte hecho a mano en todas las facetas
Luis Manuel Ruiz ha declarado, “sigo escribiendo relatos, toco la guitarra de verdad, canto de verdad, hago mis letras de verdad. Sin inteligencia artificial. Yo creo que la humanidad no tendrá más remedio que recular porque el progreso es muy bonito, pero si te pasas, pierdes valores. Se hacen canciones con inteligencia artificial pero no lo entiendo. Me gusta cocinar, vivir la vida como yo la concibo. Cuando éramos niños, jugábamos. Me gusta todo eso”.
Opina que con el apagón la gente estaba aterrorizada. “No éramos nadie. Dependemos mucho de la tecnología. Yo soy un defensor del arte hecho a mano en todas las facetas. Creo que la inteligencia artificial es importante, pero según el uso que se le dé. Los artistas de verdad tienen que ser capaces de coger una guitarra, sentarse en una piedra, cantarle a nadie y que le aplauda alguien”.
Para finalizar ha concluido afirmando que “estoy feliz de hasta donde he llegado y estoy feliz en Valdepeñas”.
