Graci Galán
Puertollano
Como si de una lección magistral se tratara, un recorrido entre lo emotivo y el recuerdo de lo histórico de la Feria de Mayo, junto a una gran dosis de optimismo en unos momentos en los que la ciudad lo necesita. Así discurría el pregón que el puertollanense Luis Pizarro, realizaba este viernes como apertura de la Feria de Mayo de 2016. Unas pinceladas de la historia que todos recuerdan con motivo de estos días de feria, ilustradas a través de instantáneas rescatadas de los baúles daban la nota más gráfica a un pregón que logró captar la atención de los asistentes y hacer vivir, durante unos minutos, el ferial muchas décadas atrás.
Como un niño cuando ve sus regalos de Reyes Magos, así decía Luis Pizarro sentirse al ser pregonero de la Feria de Mayo de su querido Puertollano. Y en este inicio de pregón, el primer recuerdo lo tenía para la figura de su padre, un librero que amó profundamente a su pueblo.
Puertollano, la ciudad natal de Luis Pizarro, no pasa -tal y como él mismo reconoció- por sus mejores momentos, pero “mi pueblo que es el de todos ustedes, es muy grande y está forjado en el sudor y en la sangre derramada por los trabajadores a lo largo de muchos años, cosa que saben los más viejos y deben ir aprendiendo los jovencitos”, decía ante el público asistente al auditorio municipal. Un futuro que Pizarro atisba mucho mejor recordando los difíciles momentos que en muchas ocasiones esta ciudad ha tenido que atravesar.
Un pregón que se convertía en todo un elogio a la ciudad de Puertollano, a su fuerza, a su gran historia y una vista atrás en algunos de sus míticos lugares: recordados por muchos, añorados por otros y descubiertos por los más jóvenes.
Pizarro, consciente de que el ferial va a ser en estos días el foco de atracción para los ciudadanos -y sin quitarle la importancia que tiene y las visitas que todos los ciudadanos deben realizar- también invitaba a vivir la feria de otra manera diferente, por ejemplo, con un buen desayuno en algunos de sus magníficos establecimientos destinados a este fin y después, “cuando acaben se van a la Fuente Agria a echarse al coleto un traguito de ese manjar que sale por sus caños para rebajar la acidez, y luego al Mercado, y compran queso o pescado, aceitunas o arenques, embutidos o carne, con los que te vas a chupar los dedos… Y si tienen un rato den una vuelta para ver a Sofía Colado, que se van a caer de gusto cuando vean cómo han cambiado el almacén de coloniales”, decía en tono alegre.
Pizarro también hacía referencia a aquellos trajes que se encargaban a las modistas y sastres con motivo de la llegada de la Feria de Mayo, y que en su lugar, ahora podrán adquirir en algunos de los establecimientos de la ciudad. Después, asegura, habrá que ir a comer a uno de los buenos restaurantes de la ciudad y “dejar el tostón de tener que hacer comida”, para seguidamente ir a degustar un buen helado en las heladerías tradicionales de la ciudad. “Como he dicho, no es menester aclarar que la Feria no se celebra solo en el recinto ferial, sino que ésta merodea por todos los confines del pueblo”.
Luis Pizarro reflejaba así la vida de feria del pasado de la ciudad y hacía una apuesta por la que tiene en la actualidad: rostros de antes y de ahora, fotos en blanco y negro o en color es una muestra del antiguo Puertollano y de que aún está por llegar.
Este pregonero también aprovechaba la ocasión para lanzar que dos grandes edificios culturales lleven el nombre de mujeres ilustres de la ciudad como son Cristina García rodero o María Dueñas, como muestra de los grandes tesoros humanos puertollanenses.
Luis Pizarro, también hacía referencia a eso que dicen siempre de Puertollano -y que tanto molesta a los puertollanenses- eso de “Puerto sin mar y vela sin navío”, así definió el poeta Eladio Cabañero allá por los años cincuenta a este viejo poblachón manchego. Es verdad que fuertes vientos arrecian contra demasiados de nuestros trabajadores (no podemos olvidar los dolorosos casos de Silicio Solar, Solaria o Elcogas), pero Puertollano es grande, tan grande como nuestra maravillosa e imperecedera Fuente Agria, que ya mencionó Emilia Pardo Bazán en 1881, en su novela Un viaje de novios , y más tarde don Benito Pérez Galdós en su Narváez. Somos tan orgullosos como esos leones que rugen haciendo brotar nuestro oro líquido que nos da vida”.
El pregón también contó con una nota musical, la de la voz de Hortensia cantando la Jota de Puertollano. Una canción emotiva para los puertollanenes por lo que su letra dice y por lo que su música transmite.
Y al grito de “¡Viva la Feria de Puertollano!¡Viva Puertollano siempre! Luis Pizarro se convirtió en uno de los grandes pregoneros de la Feria de Mayo, si bien dejaba para otra ocasión todos su recuerdos y añoranzas de niñez. Para otra edición.
A la inauguración de la feria asistía también el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, quien animaba a los puertollanenses a disfrutar de estos días. “Tengo mi vida y mi juventud ligada a Puertollano y coincido con la alcaldesa que debe ser un pueblo de oportunidades y progreso”, apuntó.
El mismo mensaje lanzaba la primer edil para que “los puertollanenses se animen y disfruten de estos días de ocio, para que Puertollano luzca”. o
Programa para el sábado
La programación de la Feria de Mayo continúa este sábado con el festejo taurino. Una monumental corrida de toros a cargo de los diestros Manuel Jesús “El Cid”, Iván Fandiño y Daniel Luque con ganadería “Soto de la Fuente”, que será retransmitida por Castilla-La Mancha Televisión.
Será a las seis de la tarde.
En el auditorio municipal, a las 21:30 horas la Banda Municipal de Música ofrecerá un concierto “La Copla”, con la actuación de Rocio Durán, ganadora del programa A tu Vera y de Manuel de Segura, además de contar con la presencia de Cristina Hoyos, al ser un concierto benéfico para las mujeres afectadas por cáncer de mama. El precio de entrada único, 3 euros.
Además, en la caseta municipal de la feria la actuación de la orquesta Pura Vida. Las casetas de colectivos tiene su día álgido.