Este año 44 banderas desfilan desde el domingo por las calles de la localidad, muchas de ellas portadas por niños. “La cantera no se agota y cada día es más numerosa la presencia de niños y jóvenes portadores de banderas”, ha manifestado Juan Bautista Cañadillas, presidente de la Hermandad de banderas de ánimas.
También como novedad se han incorporado 5 jinetas a la Hermandad, tres de ellas donadas por el Ayuntamiento de Malagón.
Las banderas de ánimas pasean y el baile se interrumpe. Existe un respeto único a pesar de la algarabía de los concursos de disfraces. Una mezcla distinta al resto de carnavales de la provincia. Los abanderados y sus chambras negras desfilan orgullosos con la mirada seria y al lado, las máscaras esperan que continúe el baile. Así sucede cada día desde hace muchos años. Malagón y su carnaval, Malagón y el interés turístico regional que representan la mezcla de lo pagano y lo religioso.
En la función religiosa de ánimas que se celebra cada día por la mañana, todos colocan las banderas alineadas en señal de respeto. Volverán por la tarde para la ofrenda y la procesión del Santísimo Sacramento.
Y al fondo los tambores con su ritmo habitual, sin prisa sin pausa “toque bien toque mal…”