Sin las banderas de ánimas, probablemente, el Carnaval de Malagón, de interés turístico regional, no sería el mismo. Se trata de una realidad palpable que da identidad a estas fiestas.
En este martes, sus paseos por las calles de la localidad están llegando a su fin, pero sin ir más lejos en los dos bailes de carnaval celebrados el público y las máscaras en general muestran su respeto, girando su alegría al más respetuoso silencio cuando pasan majestuosas por el lugar de celebración.

Desde hace más de quinientos años, más de cuarenta banderas recorren las calles de Malagón para rendir culto a los difuntos y a las ánimas del purgatorio al son del repique del tambor. Es una tradición con mucho empaque que hace diferente el Carnaval malagonero.

En la mañana del lunes, la senadora, Carolina Agudo Alonso, portó junto al alcalde, Adrián Fernández Herguido, una de esas banderas que tanto orgullo proporciona al que tiene la fortuna de llevarla aunque sólo sea durante una mañana.