A la salida de Malagón en la N-401, el conductor que por allí transita dirección a Toledo o viceversa, encuentra como un regalo, el cartel de Quesos Don Apolonio, que ejerce como bandera indicativa del lugar donde nacen algunos de los mejores quesos de toda España. Enfrente un extenso olivar protegiendo las lomas malagoneras, detrás, un prado que se mantiene verde todo el año ofreciendo los mejores pastos para el ganado, que son el inicio de una leche de calidad con sabor intenso a Castilla-La Mancha.
Quesos Don Apolonio es mucho más que una empresa quesera, es un legado arraigado a la tradición ganadera y a la familia Mata, cuyas raíces se remontan en el tiempo hasta principios del siglo XIX en Malagón. Su fundador, Marino Mata, empezó siendo un humilde pastor, guiado por su pasión por la tierra y el ganado. Junto a su esposa, Juliana Colmenar, establecieron su rebaño, su hogar y su negocio en la tierra que los vio crecer, evitando la trashumancia, tan típica en ese momento entre los pastores que buscaban el sustento para sus ovejas haya donde creciese.
Marino arrancó su paso por la ganadería con un rebaño de 150 ovejas y 30 cabras, abasteciendo con su propia materia prima los primeros pasos hacia la creación de quesos artesanales. Más tarde, asumirían su testigo Apolonio y Mercedes. Hoy en día, son sus nietos, Luciano y Elena, los que mantienen la tradición quesera familiar, llevando con orgullo el timón de la empresa que se ha modernizado, sin perder la esencia artesanal con la que ha crecido la que es hoy una de las firmas más reconocidas entre los quesos españoles.

“No nos gusta hablar de éxito. Creo que el valor que tiene Quesos Don Apolonio respecto a otras empresas radica en la profunda conexión con nuestra tierra y, sobre todo, en ser fieles a la tradición familiar recibida. Hacemos un producto muy artesanal, con mucho procedimiento manual, pero muy controlado y de kilómetro 0”, resume brevemente el proceso productivo, Luciano Mata.
Actualmente, señala el que es hoy uno de los gerentes de la empresa, “la leche procede de la ganadería familiar en la que contamos con 1.100 cabezas y un radio de 40 kilómetros. Todo esto es fundamental para ofrecer productos únicos y de alta calidad”. “A medida que la demanda ha crecido, hemos mejorado y perfeccionado nuestras técnicas para satisfacer a nuestros clientes, sin perder de vista nuestro modelo tradicional”.
En un mundo en constante cambio, en Quesos Don Apolonio siguen trabajando para mantener su compromiso con la autenticidad y la calidad. Durante más de un siglo se ha forjado una marca que perdura en el tiempo, creando un legado que continúa deleitando a los amantes del queso. “Actualmente somos el ‘Mejor Queso de España 2023-2024’, un reconocimiento que otorga el Ministerio Agricultura, Pesca y Alimentación. Pero, no nos olvidemos, el éxito está en que a la gente le guste nuestro queso y eso es lo que más fuerza y orgullo nos da a seguir creciendo como empresa”.
A lo largo de estos más de cien años, Don Apolonio ha ido evolucionando. “Hemos pasado por diferentes épocas. Mis padres comenzaron haciendo quesos de la leche de nuestra propia ganadería con medios muy rudimentarios, había una forma de trabajar muy dura, y la formación que tenían era la que se había ido transmitiendo generación tras generación”.
Cuando Don Apolonio construyó su primera quesería en forma de fábrica, el trabajo se especializó, contando con más medios, con más técnicas y con mayor enfoque empresarial. Desde entonces, explica Mata, “hemos seguido evolucionando y desarrollando el trabajo con más estabilidad. Ahora hacemos lo mismo que antes, pero con mucha más tecnología y sobre todo, con mucha más calidad”.

La diferenciación de los quesos Apolonio entre sus competidores se produce, apunta su gerente en dos puntos clave de la producción “en el proceso de maduración y en el proceso de fabricación, porque la leche que utilizamos es de nuestra propia ganadería y de productores de la zona. Pese a la incorporación de tecnología en el proceso productivo, mantenemos la esencia artesanal de nuestros quesos”.
“Nuestros procesos de maduración con corteza natural garantizan ese sabor intenso y único que caracteriza a los quesos Don Apolonio. Además, nuestra filosofía consiste en la conexión con nuestra tradición. Cada queso es más que un producto; es el resultado del trabajo y la dedicación que hemos transmitido de generación en generación y es esta visión de honrar las raíces familiares y preservar la esencia de la tradición, la que seguirá guiando en el futuro a nuestra empresa”.
Don Apolonio se posiciona dentro del turismo gastronómico
Pese a que la gran preocupación y el esfuerzo de la compañía sigue enfocado en la elaboración de quesos para los paladares más exigentes, actualmente Don Apolonio está trabajando en abrir una nueva línea de negocio que los posicionará en el nuevo turismo gastronómico, ofreciendo a sus clientes una experiencia que los llevará a conocer la provincia a través del queso.
“Tenemos en mente un nuevo proyecto donde vamos a juntar la creación de un espacio gastronómico, con zonas reservadas para la organización de eventos y una gran tienda de quesos Don Apolonio. Haremos apartamentos tematizados con la gastronomía manchega, ofreciendo un servicio de calidad a nuestros clientes. Principalmente nos centraremos en las denominaciones de origen”, cuyo epicentro estará en las antiguas instalaciones del céntrico hotel Almanzor.
Esta idea, como si de un queso Don Apolonio se tratase, se ha venido madurando desde hace décadas. Según su responsable, “es una idea que tuve de joven. Quería tener un hotel-tienda, con el que poder ofrecer toda una experiencia gastronómica manchega. Queremos que Ciudad Real sea capital de este proyecto. Iremos poco a poco, pero estamos muy ilusionados porque confiamos en que a la gente le va a gustar la posibilidad de disponer de un sitio donde pueda degustar productos típicos de la gastronomía manchega en una ciudad tan amable como ésta que podrán conocer gracias a esta experiencia única e innovadora”.

Entre los retos que se plantean la familia Mata está «seguir creciendo y mejorando cada día, manteniendo la autenticidad y la calidad de nuestros productos en un mercado cada vez más competitivo. Estamos trabajando en acciones para fortalecer nuestra marca, hemos mejorado la imagen y el etiquetado de nuestros productos para darle una visión más moderna y destacar nuestros productos como símbolos de calidad y autenticidad”.
De cara al futuro, anticipa, “vemos una gran oportunidad en la expansión de nuestros mercados tanto a nivel nacional como internacional. Queremos que más personas conozcan quesos Don Apolonio y puedan descubrir y disfrutar los sabores que el queso manchego ofrece. Para ello, estamos trabajando en estrategias de marketing y distribución que nos permitan llegar a nuevos consumidores y mercados”.
Castilla-La Mancha, tierra de quesos con esencia
En esa línea, añade, “estamos investigando nuevos sabores para crear nuevos productos, explorando variedades de quesos y mejorando continuamente nuestras técnicas de producción. Ahora ha salido al mercado el queso crema y una gama de mermeladas. Estamos invirtiendo en tecnología sostenible para minimizar nuestro impacto ambiental, como la implementación de energías renovables y sistemas de gestión de residuos más eficientes”.
En definitiva, Don Apolonio sigue una estrategia que los sitúa a la vanguardia, manteniendo la esencia de una empresa familiar con raíces en Malagón, un lugar que Mata señala como “el lugar que siempre ha sido el hogar de nuestra familia y donde nació la tradición quesera de nuestra familia que se ha mantenido durante generaciones a lo largo de estos más de cien años”.
Mantenerse en esta provincia se debe a que “no hay un lugar que como Castilla-La Mancha tenga una tradición quesera tan marcada, y además, Malagón nos proporciona un entorno ideal para la cría de nuestros rebaños. La calidad de la leche que obtenemos aquí es fundamental para producir quesos con sabores auténticos, intensos y únicos con esa esencia de nuestra tierra”.