Pregunta: Porque nunca viene mal refrescar la memoria, ¿qué es Manos Unidas?
Respuesta: Manos Unidas es una Organización no Gubernamental para el Desarrollo (ONGD) católica, de voluntarios, que desde 1959 lucha contra el hambre, la pobreza, la malnutrición, la enfermedad, la falta de instrucción, el subdesarrollo y contra las causas que lo producen. Es la institución española a la que la Iglesia le tiene encomendada esta misión.
Para cumplir su objetivo realiza campañas de sensibilización en nuestro país y financia proyectos de desarrollo en los países del Sur, en la actualidad se sacan alrededor de 600 proyectos anuales.
Entre nuestros valores destacan la transparencia en la captación, gestión y administración de recursos, en orden a una mayor independencia económica. Anualmente nuestras cuentas son auditadas. También la austeridad en los gastos y en el consumo son prioritarios para poder destinar la mayor parte de nuestros ingresos, en torno a un 92%, a los fines propios de la institución.
P: ¿Una nueva Campaña contra el Hambre?
R: Para ser más exactos yo no diría una nueva campaña, es la campaña vista desde prismas diferentes. En Manos Unidas damos mucha importancia a la sensibilización porque creemos que es primordial para conocer las causas que provocan tanta desigualdad entre los pueblos y las personas, para poder combatirlas.
Este año nuestro lema es “Comparte lo que importa”. Queremos llamar la atención sobre las cifras y los mensajes que cada día se comparten en las redes sociales, cuántos mensajes recibimos todos al cabo del día sin transparencia ninguna, y cuánto bien podemos hacer compartiendo informaciones que puedan ayudarnos a cambiar el mundo y hacerlo más justo y solidario.
La imagen de este año recoge la transformación de un móvil en regadera, un símbolo que la organización utiliza para que veamos que lo que compartimos tiene resultado y lleva a la prosperidad a los 60 países en los que actualmente realizamos proyectos de colaboración.
El día a día
P: Al hilo de la pregunta anterior, ¿cuál es el día a día en Manos Unidas, cómo trabajáis?
R: Lo primero que hay que tener en cuenta es que somos una organización de voluntarios como he dicho antes, en España en torno a 5.900 y cada uno tiene sus ocupaciones personales y laborales. Partiendo de esa premisa, cada uno ajusta el tiempo que puede dedicar al voluntariado, eso sí, teniendo muy claro que el voluntariado es una actividad prioritaria en nuestra vida, no somos voluntarios para rellenar huecos en nuestra jornada o porque nos aburrimos, para eso existen otras actividades recreativas, el voluntariado es una opción libre y de servicio a los demás y cuando la asumimos es con un grado de responsabilidad muy alto.
En España estamos organizados en 72 delegaciones, ¡más que provincias, me dirás!, efectivamente, porque hay provincias que tienen varias diócesis. Para concretar más nos centraremos en la nuestra. En Ciudad Real capital está ubicado el equipo diocesano que organiza y canaliza la actividad de todos los grupos de la diócesis, organizamos actividades de sensibilización, charlas, coloquios, divulgación de informaciones, relación con los medios de comunicación, con los socios y voluntarios, ponemos a disposición todos nuestros materiales de formación que están muy reconocidos en distintos ámbitos, tenemos un equipo de educación que imparte jornadas de “educación en valores” a niños y adolescentes en los colegios que nos lo solicitan, organizamos actividades culturales y artísticas, así como mercadillos solidarios que nos permiten obtener recursos para sacar adelante proyectos de educación, sanidad, agricultura, promoción de la mujer y promoción social, sin discriminación de raza, sexo, religión o procedencia.
Nuestra estructura es diocesana, por lo que estamos divididos en arciprestazgos o comarcas, que a su vez hacen las mismas actividades que en Ciudad Real, pero con absoluta libertad para decidir cómo se ocupan en cada pueblo de sensibilizar y qué actividades son más adecuadas en cada uno de ellos.
Por ejemplo, jornadas de cine solidario, actividades deportivas, elaboración de dulces tradicionales que distribuyen a cambio de donativos… todo esto se puede llevar a cabo porque trabajamos desde las parroquias y desde ahí se organizan para este despliegue, sin olvidar nuestra formación, que coordinamos con nuestros párrocos y consiliarios.
P: Dakar, Senegal, África Occidental… Nos comprometemos en Ciudad Real con la construcción de un dispensario, ¿en qué consiste este proyecto?
R: Este es el que asume todo el arciprestazgo de Ciudad Real, en él se van a implicar las parroquias de la capital y los pueblos más cercanos.
Sam Sam es un barrio de la ciudad de Pikene, próxima a Dakar, donde viven 12.000 habitantes. Han tenido una crecida importante de población como consecuencia del aluvión de emigrantes procedentes del interior del país. Son artesanos y pequeños comerciantes mayormente, con salarios bajos, en torno a 55 euros, y en muchos casos en situación precaria, no disponen de infraestructuras básicas y al ser una zona pantanosa con aguas estancadas provocan serios problemas de salud. En épocas de lluvia el agua entra en las casas.
En los menores de cinco años prevalecen las enfermedades diarreicas agudas, la desnutrición y las infecciones respiratorias. Una adecuada inversión en políticas de infraestructuras evitaría las causas de mortalidad infantil. Solicitan a Manos Unidas la construcción de un dispensario para poder hacer frente a la falta de medios relacionados con los problemas de salud. El coste del proyecto asciende a 60.313 euros. En la población aportan terreno, mano de obra y una asociación de médicos españoles aportará el equipamiento y la formación del personal.
Este es uno de tantos proyectos que nuestra diócesis saca adelante todos los años y que cambia la vida de millones de personas cada año.
Trece proyectos al año
P: Por los resultados de años anteriores, ¿cómo nos portamos aquí con Manos Unidas y cómo podemos colaborar?
R: Tengo que reconocer que nuestra población sí responde a la llamada. Todos los años entre los nueve arciprestazgos y las cuotas de socios sacamos adelante alrededor de 13 proyectos de desarrollo imprescindibles para ir reduciendo tanta desigualdad en nuestro mundo.
Para concretar, el año pasado en este mismo arciprestazgo se asumió un proyecto en Haití, que consistía en un programa de fortalecimiento de la agricultura, ganadería y organización de comunidades campesinas; su coste era de 50.000 euros y entre todas las actividades que organizamos las parroquias, las colectas de las misas del segundo domingo de febrero, que es la Jornada Nacional de Manos Unidas, y los donativos, se cubrió con creces el proyecto, obteniendo 60.639,14 euros, destinándose el excedente a cubrir otros proyectos que hayan quedado deficitarios.
Respecto a la segunda parte de la pregunta se puede colaborar haciéndose socio, cualquier cantidad que uno pueda destinar por pequeña que sea, suma; realizando donativos por los cauces habituales; incorporándose como voluntarios, pues hacen falta muchas manos para continuar esta tarea, y teniendo en cuenta que en nuestras últimas voluntades también se puede pensar en colaborar para cambiar el mundo, sin que eso quiera decir que excluyamos a nuestras familias. El legado solidario se está teniendo hoy en día en cuenta.