La fiscalía ha mantenido al final del juicio la petición de diez años de cárcel por abuso sexual para el pintor acusado de abusar de una niña de 9 años en una vivienda en la que estuvo trabajando unos días con otro compañero en el verano de 2019, en Carrión de Calatrava.
“Su relato es creíble”, han informado al tribunal la psicóloga Cristina Pozo y la trabajadora social Isabel Herrera, componentes del equipo psicosocial del Instituto Forense de Ciudad Real, en la segunda y última jornada del juicio contra R.Y., un hombre de 52 años de origen paraguayo.
Se lo contó a otra niña
La niña no contó inmediatamente lo que pasó, se sinceró con otra menor, y fue así como se enteró la familia, que en octubre de 2019 puso la denuncia que ha dado a pie a este juicio.
La menor declaró el martes con apoyo psicológico. En este tiempo ha recibido terapia del programa Revelas-m de la Junta de Comunidades, pero el juicio ha agravado su estado de nerviosismo y ansiedad, del que no se ha recuperado.
Buscaba a la niña cuando nadie lo veía
La fiscalía y la acusación particular que ejerce la familia de la niña a través del programa de la Junta de Comunidades Revelas-m, con la abogada Concha Marín, consideran que R.Y. aprovechó que estuvo varios días trabajando en el domicilio de la familia para cuando no lo veían hacerle tocamientos sexuales a la menor y en una ocasión introducirle un dedo en la vagina, lo que agrava el delito por el que se le ha juzgado: abuso sexual a menor de 16 años del artículo 183. 1 y 3 del Código Penal, por el que se pide para él diez años de cárcel.
15.000 euros, alejamiento y libertad vigilada
La fiscalía exige además 15.000 euros de indemnización por daños morales. Orden de alejamiento a menos de 200 metros de la menor y comunicar con ella por cualquier medio durante un periodo de 13 años e inhabilitación especial para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido que conlleve contacto regular y directo con menores por un periodo de 14 años.
También solicita ocho años de libertad vigilada, una vez cumplida la pena de prisión, si es la sección segunda de la Audiencia lo considera culpable.
El acusado, como contó el martes, asegura lo que dice la menor no es verdad y ha intervenido al final del juicio para incidir en la idea de que es incapaz “de hacerle eso a una niña”.