Pregunta: ¿Cuáles son las cifras finales de esta edición de Fenavin, en términos de países, empresas expositoras e importadores?
Respuesta: Nos encontramos ante el Fenavin pospandemia, y vamos a contar con 1.874 expositores, distribuidos en 8 pabellones que ocupan 28.347 m². Con estas cifras, estamos hablando del 95% del territorio vinícola español. De hecho, muchas regiones vienen a través de sus comunidades autónomas, como Canarias, Extremadura, País Vasco, etc.
Personalmente, me gusta más hablar de conceptos que de datos, y en lo que significa la conformación de la oferta que tenemos de vino en Fenavin puede decirse que es muy completa, pues agrupa casi el 100% del territorio y de las calificaciones vinícolas que hay en España. Pero también disponemos de otra oferta, dentro de la estructura empresarial, que integra a un porcentaje de cooperativas y bodegas, donde estarán presentes grandes grupos así como pequeñas y medianas empresas.
Por todo ello, Fenavin representa la mejor oferta del vino español que puede haber en este momento, pues a este nivel no es posible superarla en la actualidad.
P: Es evidente que la Feria Nacional del Vino ha tenido una repercusión incuestionable para el sector vitivinícola gracias a su forma de favorecer contactos comerciales y empresariales, que de otra forma quizá serían impensables, así como en la divulgación y extensión de la cultura del vino como alimento. ¿De qué logros se siente más orgulloso y qué áreas o líneas de actuación cree que se deben reforzar?
R: Cuando miro a Fenavin distingo dos cuestiones, una profesional y otra sentimental. Dentro de la primera, donde hay toda una estructuración de cómo se hace Fenavin desde su inicio hasta la actualidad, de lo que más orgulloso me siento es de la creatividad que hemos desarrollado, puesto que se han organizado cosas que no se habían hecho en ningún sitio y que eran necesarias para suplir el déficit que tenía el hecho de hacer una gran feria en una ciudad de 75.000 habitantes, cuando todas las grandes ferias como ProWein; Vinexpo; SIAL, London Wine, etc. están en grandes ciudades.
Gracias a la creatividad que se ha generado desde el primer momento, Fenavin es la feria más importante del vino español compitiendo con ciudades como Madrid y Barcelona.
P: La pandemia ha sido una época muy complicada, hasta el punto de que la presente edición tendría que haberse celebrado en 2021. ¿Qué ha sido lo más difícil a la hora de la puesta en marcha de Fenavin?
R: Si en algo ha afectó la pandemia a la organización de Fenavin es que hubo que suspender la edición de 2021. Pero se ha demostrado que el planteamiento que decidimos, y que consiste en organizar Fenavin en 2022 y 2023, es el correcto. Por ello puede decirse que acertamos tomando esta decisión.
Al principio, cuando empezamos a trabajar de nuevo en Fenavin, pudo producirse cierta incertidumbre porque no se sabía cuál iba a ser la evolución de la Covid. Pero en el momento en el que el horizonte comenzó a estar diáfano, vimos una oportunidad, pues hay hambre de negocio. Por ello pienso que Fenavin 2022 puede ser una de las ediciones con mayor profundidad de negocio.
P: Según los datos facilitados a este medio de comunicación por el Instituto de Promoción Exterior (IPEX), en Castilla-La Mancha está creciendo la exportación de vino embotellado. En este sentido, de los últimos datos que disponen relativos a 2022, se desprende que las exportaciones han arrancado a un precio mucho mayor. ¿Estamos ante un buen momento para el vino embotellado?
R: Existe una relación directa entre el nacimiento de Fenavin y el crecimiento de las exportaciones de vino en España, así como en la mejora en el diseño y la comercialización. Y en esos dos elementos, en los que nuestro país era deficitario, y más aún Castilla-La Mancha y la provincia de Ciudad Real, hay una relación directa. Asimismo, el crecimiento del vino embotellado, que significa el mayor valor añadido, y el crecimiento de las exportaciones, también están directamente relacionados con Fenavin.
Este año van a venir a la Feria Nacional del Vino 3.700 compradores internacionales. Por este motivo, contando desde la primera edición de Fenavin podremos haber superado los 25.000 compradores internacionales, los cuales han venido desde cien países del mundo. Por este motivo, la incidencia sobre el crecimiento de las exportaciones es enorme. De hecho, y en términos reales, la provincia de Ciudad Real casi exporta cinco veces más a lo que lo hacía antes de Fenavin, mientras que Castilla-La Mancha y España han crecido del orden de tres o cuatro veces más respecto a lo que exportaban.
Por todo ello, considero que Fenavin ha servido para dinamizar las ventas en el exterior de muchísimas bodegas, pues si no hubiese sido por la feria no habrían podido vender su vino porque no habrían podido viajar a esos países a venderlo.
P: Fenavin dota de herramientas muy importantes al sector para favorecer el negocio como, por ejemplo, la Galería del Vino. ¿Veremos alguna novedad en la feria este año?
R: La realidad de esas herramientas está basada en la concepción de la feria visionada desde el punto de vista de la demanda. Por tanto, desde el primer momento favorecimos a la capacidad de compra y quisimos que Fenavin estuviese estructurada en base a la demanda.
Este año, y pensando en el efecto de frialdad que ha generado la pandemia con algunos elementos como las videoconferencias, hemos creado el programa ‘face to face’, que tiene como fin eliminar esos elementos virtuales, pues las ferias del vino no pueden ser virtuales, ya que la base está en poder catar los vinos. Por tanto, con ‘Face to face’ se genera la posibilidad de negocio cara a cara. Se trata de un programa experimental, pues se van a montar un total de 18 mesas, en cada una de las cuales habrá un comprador que se reunirá con diferentes expositores, creando el marco más favorecedor para poder llegar a un acuerdo.
P: Usted siempre tuvo claro que Fenavin tenía que ser además una clara apuesta por la cultura del vino. ¿Sigue pensando lo mismo?
R: Hay cosas que son culturales, es decir, que están enraizadas en la tradición y aceptadas como algo positivo para el desarrollo de la sociedad. Y el vino está enraizado culturalmente, porque históricamente era positivo para poder huir de un mundo duro y de una realidad difícil como la que ha existido siempre. Posteriormente la literatura y la música lo utilizan para hacer arte con ello. Por tanto, el vino está entroncado en la poesía, en la novela, en el cine, en la escultura, en la pintura, etc. Es un producto que tiene una realidad profunda con la cultura, y especialmente con nuestra cultura española y de La Mancha.
Tampoco hay que olvidar que el vino tiene una enorme importancia dentro de nuestro producto interior bruto, por lo que nos afecta a todos, ya que inyecta mayor poder adquisitivo en una región y en una zona como la nuestra, donde existe una dependencia del vino en términos estructurales.
P: ¿Qué medidas habría que adoptar para fomentar el consumo y la cultura de vino entre la juventud?
R: Evidentemente no quiero ser sibarita en el sentido de que el vino tiene que estar embotellado con su corcho y demás elementos. Hay una tradición que tiene valor, pero a su vez existen unas nuevas formas de envasado y de comercialización que también lo tienen. Lo importante es que el vino sea y esté bueno. Y cada segmento de la sociedad tiene su forma de consumir el vino. Por este motivo, relacionar vino con juventud me parece muy importante. Y si hablamos desde un punto de vista económico, el vino tiene su realidad futura en la exportación, motivo por el cual España tiene que tener una gran oferta. Y si hablamos desde un punto de vista social, España es uno de los tres mayores países productores de vino del mundo, estando enraizado en nuestra cultura y en nuestra realidad social, por lo que no podemos volver la espalda a las nuevas formas de envasado y de comercialización.
P: Este año desde la organización de la muestra se ha decidido que la sala de prensa de Fenavin llevará el nombre de la periodista Marta Castro y una de las aulas se llamará Raquel Gómez. ¿Era merecido este homenaje o reconocimiento?
R: Totalmente merecido. Fueron dos personas que trabajaron con nosotros. En Fenavin somos una familia y lloramos la muerte de cada una de ellas. Existe una enorme cercanía entre lo que es el equipo básico organizador de Fenavin. Y en ese equipo, donde siempre hay un gran cariño, estaban Marta y Raquel.
P: ¿Qué tiene Fenavin para haberse convertido en una referencia mundial para el sector?
R: Desde Fenavin hemos competido con Madrid y Barcelona. Y pensamos que la única manera que podíamos hacerlo era consiguiendo llevar el negocio a la feria. Por esa razón, la concebimos desde la perspectiva de la demanda con el objetivo fundamental de facilitarle la labor al comprador para que pudiera realizar su trabajo sin tener que viajar por España. Esa realidad ha favorecido a que el comprador quiera venir a Fenavin y ha hecho que en estos momentos sea la feria líder de negocio, aun estando en Ciudad Real, pues casi todas las grandes ferias están en una gran ciudad.
En su día desde la organización de Fenavin nos dimos cuenta de que como aquí no había un mercado interno, lo que teníamos que hacer era traer los compradores a Ciudad Real, creando el programa de captación de compradores, que este año trae a unos 1.000 gestionados directamente por nosotros, aunque luego están los que vienen por ellos mismos.
P: Han pasado 21 años desde que se celebró la primera edición de Fenavin en 2001. Echando la vista atrás, ¿se entendería hoy en día a Ciudad Real sin la Feria Nacional del Vino?
R: Cuando en Ciudad Real hablamos del sector del vino, lo hacemos de manera directa o indirecta de más del 50% de su economía, tanto en lo que al sector servicios se refiere, como dentro del primario y del secundario. Fenavin ha dinamizado profundamente el mundo del vino en Ciudad Real. Y eso por no hablar del crecimiento de las exportaciones, que desde que nació Fenavin, y gracias a ella, se han multiplicado por cinco. Por ello ha habido una mejora espectacular en la producción y en la comercialización. Y en todo ello Fenavin ha tenido una papel muy importante.
P: – Fenavin también ha contribuido a mostrar al mundo los excelentes vinos que se elaboran en Castilla-La Mancha. ¿Qué opina al respecto?
R: El hecho de tener que competir con los mejores también te hace a ti mejor. Tener en Ciudad Real a las mejores bodegas de España ha provocado que las bodegas de Ciudad Real hayan crecido, porque tienen que competir con ellas, obligándoles a tener que hacer un esfuerzo extra que a su vez les hace mejores.
P: Sin entrar en marcas, delimitaciones geográficas o bodegas, ¿Cuál es su tipo de vino preferido (¿blanco, tinto, con un poco de barrica, reserva…?
R: Soy de vino aromático, de vino blanco, aunque también me gustan los tintos sin mucha graduación.
P: Manuel Juliá ha escrito varios libros de poesía, ¿Qué tiene el vino de poesía?
R: La poesía fundamentalmente funciona con sensaciones, y el vino son sensaciones. Cuando pruebas un vino te puede producir una determinada sensación, y las que dan el vino y la poesía suelen ir parejas.
P: ¿Qué ha supuesto Fenavin para Manuel Juliá desde el punto de vista personal y profesional? ¿Tiene pensado seguir como director en las próximas ediciones?
R: La de 2023 será mi última edición como director. Fenavin fue un camino que en el año 2000 me propuso el entonces presidente de la Diputación, Nemesio de Lara. Por aquel entonces dirigía un Centro de Información Comunitario Europeo y tuve que cambiar de registro. Soy una persona que cuando se propone hacer algo se lo toma muy en serio, motivo por el cual decidí documentarme, para luego pensar y usar mi creatividad. Y preparé un proyecto para Fenavin yéndome a ver las grandes ferias del vino de Europa, como ProWein, Vinexpo, etc. Y acudí a ellas como si de un comprador se tratase.
Fenavin tiene una estructura y un armazón consolidado que debe servir para muchos años, siempre que se tenga claro la premisa de que ya no hay que inventar nada, sino que simplemente hay que perfeccionar cada edición.
