El director de la Feria Nacional del Vino (Fenavin), Manuel Juliá, considera que la decisión adoptada desde la organización, contando para ello con el consenso de todos los sectores implicados, de posponer la edición que tendría que haberse celebrado este año a mayo de 2022 “es un gran acierto”, y “desde Fenavin lo teníamos claro desde el principio”.
Para Juliá, una feria como Fenavin “que es básicamente presencial, no tiene alternativa de carácter virtual. Y no lo tiene porque las sensaciones son táctiles por una parte y gustativas por otra. Entonces, no hay una realidad posible sin la presencia de los compradores que vienen a Fenavin”.
Desde su punto de vista la decisión tomada desde la Diputación provincial «ha sido la acertada, pues en este año 2021 habría sido muy difícil poder implicar a los miles de compradores que vienen desde diferentes partes del mundo”. Por ello “me parece un acierto que Fenavin se haya pasado a 2022, pues para esa época esperamos que la situación ya esté mejor. Asimismo, gracias a esta decisión hacemos que no se pierda esta edición, sino que hemos posibilitado que Fenavin se vaya a celebrar en 2022 y en 2023”.
Juliá aclara que actualmente como consecuencia de la pandemia “el sector está pasando por un mal momento y se encuentra ávido de vender, mientras que los compradores, por su parte, están ávidos de comprar. Por tanto, nosotros lo tenemos claro. De hecho, ya tenemos aprobado en la comisión de Gobierno Fenavin 2022 y Fenavin 2023”.
El director de Fenavin deja claro que “nosotros no podíamos fallar” puesto que “un fallo en una feria tan importante como Fenavin y de tanta referencia puede ser una rémora terrible para el futuro. En este sentido, el realizarlo en los años 2022 y 2023 hace que la referencia de Fenavin pegue el impulso necesario para que las bodegas y cooperativas vengan y para que los compradores también asistan”.
Orígenes de Fenavin ligados con la cultura y la literatura
Respecto a la decisión inicial adoptada en los origenes de la feria para que el mundo de la cultura y la literatura tuvieran una gran presencia en Fenavin, Juliá considera que «probablemente el producto agroalimentario que más se ha tratado en la historia de la literatura es el vino, que representó desde el principio creatividad, poesía y literatura. Y ya posteriormente, casi todos los grandes autores como Shakespeare, Cervantes, Ovidio, etc., tienen una cantidad enorme de poemas dedicados al vino. La conclusión de todo esto es que no se puede perder el perfil poético y cultural que tiene el mundo del vino, pues sería un error terrible no ligarlo a esos perfiles comentados cuando el vino tiene una parte muy literaria como es la que se centra en su descripción».
Dos grandes aciertos de Fenavin
Para Juliá los dos grandes aciertos que tuvo Fenavin en sus inicios fueron, por una parte, «hacer una feria profesional y ligarla a la internacionalización del sector, puesto que en aquel momento estábamos recién entrados en la Unión Europea y las exportaciones eran básicas en el mundo del vino». Y por otra parte, «también fue esencial ligar Fenavin a la cultura. Y es que la primera decisión le ha dado una realidad tangible comercial mientras que ligar el mundo del vino con la cultura le ha aportado la magia de imagen para el producto».