En el camino hacia la normalidad, el Ayuntamiento de Manzanares pone el foco en la promoción del patrimonio histórico y cultural de la ciudad. La programación de actos y festejos preparados para el mes de julio, en torno a la Feria y Fiestas, refleja de forma clara el interés por convertir el turismo en uno de los sectores claves en la dinamización económica.
Más de una quincena de visitas guiadas a los museos y al patrimonio forman parte de ‘Un verano diferente’ en el que además habrá conciertos de artistas consagrados, espectáculo de variedades, actuaciones infantiles y festejos taurinos entre infinidad de actividades más que asegurarán la diversión de vecinos y foráneos en tiempo vacacional.
Música, toros y niños
Al son de canciones tan tarareadas durante décadas como ‘No puedo estar sin él’ o ‘Sueño contigo’, el concierto de Camela este viernes, 9 de julio, en la plaza de toros, dará el pistoletazo de salida al grueso de la programación, que incluirá propuestas innovadoras como el show ‘Natural funk’ en La Pérgola el 15 de julio, apoyado por la Diputación de Ciudad Real. La asistencia a todos los eventos tiene que ser con las invitaciones que distribuye la Oficina de Turismo.
Pese a las limitaciones propias de la pandemia, la feria de Manzanares contará, como siempre, con dos actuaciones de la Asociación Músico-Cultural Julián Sánchez-Maroto, el 14 y el 23 de julio en La Pérgola, aparte del concierto de ‘Cantajuegos’ para niños del 16 de julio, el tributo ‘Lo mejor del último’ el 17 de julio, y el espectáculo de variedades, con copla y humor del 18 de julio.
Al igual que la diana del 16 de julio por la mañana, la Feria y Fiestas de Manzanares tendrá espectáculos taurinos. Daniel Luque, Sergio Serrano y Ginés Marín forman parte del cartel de la corrida de toros preparada para el 17 de julio, con toros del Conde de Mayalde, y al día siguiente se celebrará la final del Certamen Promesas de Nuestra Tierra, con novillos de Sagrario Moreno.
Organizados por el CD Manzanares Fútbol Sala, la programación de julio también incluye el día 30 un espectáculo de humor en el auditorio municipal y el día 31 la actuación infantil ‘Tallarín’ para los más pequeños. Durante todo el verano, además habrá cine de verano con títulos tan llamativos como ‘Poliamor para principiantes’ o ‘Gaza mon amour’.
Visitas a los museos

El Museo de Manuel Piña, el Archivo Sánchez-Mejías, el Museo del Queso Manchego y el Molino Grande, los cuatro espacios museísticos de la ciudad, centran el resto de la agenda cultural, con visitas diarias programadas entre el 13 y el 18 de julio. Además, entre el 8 y el 10 de julio habrá visitas con subida a la torre de la parroquia de la Asunción, reconocida como Bien de Interés Cultural y que tiene más de 500 años de historia. Para participar es necesario la reserva previa.
Único en Castilla-La Mancha, el Museo del Queso Manchego, situado en una casa solariega de la calle Monjas, es un lugar para aprender con la historia y catar. Fotografías, audiovisuales y utensilios queseros y ganaderos recuerdan a lo largo de sus diferentes salas, el corral, la bodega, las cuadras o el jaraíz, la importancia histórica del sector primario en este enclave hoy de la industria agroalimentaria.
Las catas comentadas de queso manchego de denominación de origen son una de las actividades más recomendadas en el espacio, donde los visitantes aprenden a analizar el triángulo lácteo desde un punto de vista sensorial. Así, el Museo del Queso Manchego descubre la historia de este producto, la tradición viviente que existe en torno a su elaboración y conquista paladares.

Pasión, coraje y muerte a las cinco de la tarde. La elegía de Federico García Lorca sobre Ignacio Sánchez Mejías, que sufrió una cornada mortal el 11 de agosto de 1934 en la plaza de toros de Manzanares, es el hilo conductor en el resto de la Casa Malpica. El archivo va más allá del capote y la montera, y profundiza en la Edad de Plata de la cultura española.
Con alrededor de 1.000 documentos expuestos y clasificados, el Archivo-Museo Ignacio Sánchez Mejías ofrece un recorrido por las crónicas taurinas, el trasiego epistolar de la Generación del 27, los partidos del Real Betis Balompié y la inspiración teatral de las calles de Cádiz. Al entrar en el patio de luces de la casa, el tiempo queda detenido como esos treinta relojes que aparecen suspendidos en el aire.

Aperos de labranza, aventadoras del grano, cedazos para clasificar la harina y piedras volanderas aseguran el viaje al pasado en el Museo del Molino Grande, que vuelve a las raíces de La Mancha en este edificio de muros encalados y vigas de madera construido en la vega del río Azuer. Aprovechó las riquezas de esta tierra “de pan llevar” con siembras de trigo y almorta en un río que llegó a tener hasta 38 molinos de agua.
Las primeras referencias documentales del Molino Grande del Azuer halladas están en las relaciones topográficas de Felipe II en 1575, aunque podría ser anterior. El suelo del corazón del edificio es un mosaico de piedras soleras y volanderas sobre las que reposa la maquinaria en madera de los dos molinos, uno con sistema de cubo y otro con canal. Entre los tesoros del museo destacan maquetas, planos y fotografías.

Pero Manzanares es mucho más, es tradición y modernidad. El mejor lugar para comprobarlo es el Museo Manuel Piña, donde están expuestas más de un centenar de piezas diseñadas por el modisto más internacional que ha tenido la provincia, aquel que llegó a reinventar la moda en la época de la democratización del prêt à porter en España con una explosión de formas, color y texturas que aún hoy denotan actualidad.
Vestidos, chaquetas, faldas, bolsos y hasta zapatos, pendientes, brazaletes y figurines, describen el final de la ropa de tonos ocres y negros propia de la posguerra española y el paso al color y la sofisticación característicos de la ‘movida madrileña’ en los 80, con diseños que subieron a la Pasarela Cibeles y que llevaron referentes de la escena como Bibiana Fernández, Carmen Maura, Pastora Vega o Loles León.