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0-1 Marcos (min 26), 0-2 Salas (min 38)
Al Atlético Albacete le ha costado sangre, sudor y lágrimas llevarse los tres puntos de Manzanares, en un partido que podría presuponerse fácil, dado el descenso matemático de los locales desde hace varias semanas, pero que ha obligado a los albaceteños a ponerse el mono de trabajo para llevarse la victoria.
Es digno de admirar cuando un equipo no se juega nada y sigue dándolo todo semana tras semana. Nada se le puede pedir a quien deja todo sobre el verde para defender un escudo, por muy malos que sean los resultados.
El Manzanares ha vuelto a dar la talla contra uno de los mejores equipos de la categoría, no sólo dando la cara dignificando la competición, sino que por momentos ha hecho sufrir al filial albaceteño al que le ha tocado picar piedra.
Fue en el minuto 26, en una de las primeras aproximaciones claras del Albacete cuando los visitantes encontraron un penalti que les ayudó a encarrilar el duelo, tras convertir Marcos la pena máxima.
El tanto noqueó por minutos al Manzanares que en el minuto 38 encajaba el 0-2, obra de Salas, en una buena jugada colectiva del Atlético Albacete.
Fueron minutos trágicos para los locales que vieron demasiada tierra de por medio en un choque donde tampoco había ocurrido demasiado.
Agradeció el descanso Manzanares, que saltó al José Camacho a jugar sin complejos lo que restaba de partido. Lo intentaron de todas las formas posibles, obligando a los albaceteños a replegarse sobre su propio terreno de juego.
Les faltó puntería a los de Valerio Céspedes que sin embargo, no cesaron en sus intentos de reivindicarse contra uno de los gallitos de categoría. Fue tanto el empeño, que en ese desquicie empezaron a producirse encontronazos que el colegiado intentó parar a base de tarjetas.
En la recta final del partido, Manzanares se quedó con dos jugadores menos, una situación, que quedando poco más de cinco minutos de juego más el añadido, no aprovechó Albacete para hacer más leña del árbol caído.
Así, los de Céspedes vendieron cara la derrota, pero como ha ocurrido tantas veces este año, la fortuna volvió a darles la espalda.