Así lo estimó el concejal de Cultura, Jesús Romero, en la inauguración de la quinquagésima edición de un Festival que se ha convertido en emblema de Manzanares y su comarca, así como de la provincia y la región, como apreciaron la viceconsejera de Cultura, Carmen Teresa Olmedo, y el diputado provincial, Carlos Martín de la Leona.
Con el Gran Teatro como inmejorable escenario para el pistoletazo de salida de la programación que incluirá la entrega del Premio Escena a Gemma Cuervo, se alzó el telón del Festival de Teatro Contemporáneo con más ediciones ininterrumpidas de España, organizado por un grupo de jóvenes a lo largo de todo un año para “ofrecer a su pueblo la mejor programación de la escena contemporánea actual”, destacó la directora del Festival, Rebeca Cuenca, que animó a no perderse hasta el domingo 1 de septiembre los alicientes de ocho intensas jornadas en torno a las artes escénicas.
Del apoyo del público, agotándose las entradas de tres de las obras el primer día de la venta anticipada, habló Cuenca, y a la implicación de los patrocinadores, con cerca de cincuenta empresas desde el pequeño comercio a grandes firmas, aludió el concejal de Cultura, que subrayó la “reforzada” apuesta del Ayuntamiento a la celebración del Festival en sus Bodas de Oro, al tiempo que agradeció el respaldo tanto del Gobierno regional como de la Diputación.
Dar a conocer nuevos lenguajes y propuestas escénicas es uno de los objetivos de esta cita cultural, así como mostrar que el teatro es “divertido, actual, crítico y reflexivo”, apreció la directora del Festival, que felicitó a toda la familia Lazarillo, desde los que pusieron en marcha en 1974 hasta la últimos en incorporarse a este proyecto de crecimiento en torno a la cultura.
“La esencia tanto de la asociación Lazarilllo como del Festival se ha mantenido de generación en generación”. El motor “tanto de los que vinieron delante de mí como los que se están sumando ahora es un amor completamente desinteresado: lo que queremos es poder aportar a nuestro pueblo cultura, teatro contemporáneo de vanguardia que estaba fuera de nuestra zona y poder hacerlo accesible para todo el mundo”, resaltó Cuenca.
“Ver que los organizadores son mucho más jóvenes que el Festival es una carga de responsabilidad que, a la vez, nos da a todos la confianza de que va a ser posible que se mantenga en el tiempo”, agregó Martín de la Leona, que felicitó al equipo organizador y manifestó el compromiso de la Diputación Provincial con este festival que es “santo y seña de la cultura en Manzanares”.
“Manzanares y Lazarillo son una unión perfecta para la cultura, bienestar y felicidad de todos los ciudadanos porque en realidad la cultura nos aporta a todos muchísima felicidad, bienestar, cura el alma”, señaló el diputado provincial, que resaltó que este Festival es “patrimonio del pueblo de Manzanares pero también nos pertenece un poco a todos, nos pertenece a los pueblos de la comarca, a toda la provincia de Ciudad Real, a Castilla-La Mancha y, viendo el programa, transciende la región. Es un festival con mucho bagaje, que se mantiene en el tiempo y con un potencial importante que es lo que necesita la provincia y Manzanares”.
Coincidió en ello Olmedo, que destacó que es un festival que pone a Castilla-La Mancha en “el centro de la actividad cultural siendo ya patrimonio de toda la región”. La vicenconsejera recordó que en el año 74, cuando echó a andar, “todavía no habíamos despertado a la libertad y democracia, todavía vivíamos en una dictadura”, por lo que puso en valor “el trabajo que hicieron en su momento quienes decidieron sacar adelante este proyecto de arte y ensayo que entonces era lo más vanguardista dándole también un carácter social que todavía mantiene”.
Así mismo, felicitó a “todos aquellos que han ido pasando por las diferentes juntas directivas y de organización a lo largo de cincuenta años por mantener esa apuesta por el teatro contemporáneo, de vanguardia y reclamaciones sociales”. A este respecto, destacó la relevante función del teatro que, “además de entretener, educa y forma a la sociedad en valores y más en un tiempo como el que estamos ahora en el que prevalecen las noticias falsas, el oscurantismo e ideas que apoyan la censura”. Por ello, subrayó el respaldo desde el Gobierno regional “a todo lo que tiene que ver con la posibilidad de denuncia social, vanguardia y modernidad que enrique a la sociedad de Castilla-La Mancha”.
Olmedo, en su intervención, habló de tres ejes de apoyo del Gobierno regional al sector de las artes escénicas, música, danza y circo como son el respaldo a festivales como el de Lazarillo, la la Red de Teatros que este otoño 2024 llegará a 220 municipios con 670 representaciones y las recuperadas en 2018 ayudas a la producción que han supuesto una inversión de más de dos millones de euros financiando un total de ochenta representaciones.
En el acto inaugural del Festival, que contó con actuaciones de interpretación, interacción con el público, baile y música de Lazarillo ante los espectadores situados en el propio escenario del Gran Teatro, también intervino Carlos Ruiz, presidente de la Asociación Lazarillo, que indicó que muchas son las metáforas con las que se ha definido a Lazarillo: como una familia, un hogar, una fábrica de sueños e ilusiones, un escondite o refugio…, así como un tren que al cabo de un tiempo para en una estación para hacer un cambio de viajeros y sigue su trayecto. Para Ruiz, es todo un premio presidir Lazarillo, institución impulsora del Festival, con más de sesenta años de historia y “buque insignia de la cultura” que, “en todo momento, ha remado a favor del teatro y la cultura en Manzanares y más allá”.